Muchas veces una boda no necesita tener mil detalles de decoración para tener un toque especial, muchas veces con pocos detalles se tiene lo necesario para convertir una boda en especial.
Y este fue el caso de Ana y Jose. Pocos detalles pero aún así tuvieron la boda de sus sueños.
Ana es una persona muy pero que muy especial, cariñosa, detallista, es de esas personas a las que se las coge cariño desde el principio, es una niña muy dulce y la verdad es que conectamos desde el principio.
Cuando una novia nos contrata no quiere decir que no vaya a ocuparse de su boda, es más bien al contrario, porque lo que nosotras hacemos es compartir con ella todas nuestras ideas, mostrárselas, contárselas, trasmitirla lo que hemos pensado, y óomo no también recoger sus ideas, adaptarlas, fusionarlas y crear la combinación perfecta.
Lo que se consigue con esto es tener una boda perfecta, llena de detalles, con la personalidad de los novios impresa en ella y sobre todo y lo mejor de todo es que la disfrutas como nadie, porque ese día, uno de los días más importantes de tu vida, ahí estamos nosotras para ocuparnos de todo.
El día de la boda Ana nos cuidó, y mucho, y también nos hizo reir (y mucho) Jose con sus cosas y sus disfraces y sus locuras para entrar a la carpa, pero bueno eso es otra historia….jajajajaja
En definitiva, hoy os mostramos la boda naranja y fucsia de Ana y Jose, y como siempre empezamos con sus palabras.
Gracias, gracias y mil gracias. Creo que es la mejor manera de empezar estas líneas.
Mónica, Nuria, habéis conseguido que nuestra boda sea perfecta, tal y como nosotros la imaginamos.
Queríamos que fuera divertida, original y diferente y sin duda, lo lográsteis. Cada flor, cada detalle, todo estudiado al milímetro para conseguir el efecto deseado.
Cuando una pareja organiza su boda es frecuente que piense; ?ya me están sacando dinero? o ?mira qué majos son para venderme esto? pero, con vosotras, eso no pasa.
Amáis vuestro trabajo y eso se nota. Se nota por el tiempo que le dedicáis, por la atención que nos dais y por la profesionalidad que demostráis en cada cosa que hacéis.
He de decir que la primera vez que quedé con Mónica mi idea era; ?la finca es muy bonita, no te gastes más dinero en decoración??, pero cuando me enseñó sus ideas me contagió su entusiasmo y mi pensamiento cambió. ¡Cómo nos alegramos ahora de que esto pasara!?.
La temática de la boda surgió rápido y poco a poco fue tomando forma. Los colores elegidos fueron el fucsia y el naranja y las flores gerberas y claveles.
El sitio de la ceremonia quedó precioso. Esta combinación de colores y flores le dio al lugar un aire muy alegre, diferente al que la gente estaba acostumbrada a ver.
Recuerdo el momento en el que entré con mi padre del brazo y vi todo aquello montado. Aún se me ponen los pelos de punta de la emoción tan bonita que sentí.
Decidimos también poner un seating con chapas. Desde que nos lo propusieron nos encantó la idea y no tuvimos ninguna duda a la hora de decidirnos. ¡Todo un acierto!, fue muy original y quedó chulísimo. La gente buscaba entre risas su chapa y no paraban de hacerse fotos a su lado ya que, aunque la idea era genial, la decoración la hizo aún mejor.
Y por último los centros de mesa, ¡qué lata le dimos a la pobre Mónica con ellos!, pero nos encantaron. Combinaron botes con claveles, jarrones con gerberas y botes con piedras, agua y velas flotantes que daban una calidez especial al ambiente.
Una boda es toda una experiencia, es un día único que no se olvida, un día en el que quieres que todo sea perfecto.
Para conseguirlo dedicas muchas horas planificando, ideando, organizando y, rodearte de personas como Mónica y Nuria, lo hace todo mucho más fácil.
De este tiempo nos llevamos uno de los mejores días de nuestra vida pero, además, la satisfacción de haber conocido dos personas maravillosas con las que esperamos no perder contacto.
Gracias por todo chicas. ¡Un beso!
Bueno pues ahora es cuando yo os cuento lo que hicimos.
Como os decía el presupuesto que querían destinar Ana y Jose para la decoración de la boda era muy limitado, por eso eligieron pocos rincones pero si básicos y significativos.
Como siempre para recibir a los invitados, nuestro rincón de bienvenida, nuestra pizarra acompañada de cajas con botellas y margaritas fucsias y claveles naranjas dieron un toque precioso a la entrada de la finca.
Ana había preparado unas flores de papel para regalar a sus invitadas, y las colocamos en una caja junto al rincón de la pizarra.
Hay ceremonias y ceremonias, y está claro que casarnos nos casamos igual, pero no tiene nada que ver una ceremonia con unas sillas vestidas y unos lazos cualquiera y una mesa tamaño XXL vestida con un mantel, a una ceremonia completamente personalizada, con los lazos del color de tu boda, un pasillo con una decoración preciosa, una mesa vintage con un atrezzo chulo y una trasera de ceremonia rebonita de verdad.
Bueno pues dentro de la simplicidad de una ceremonia, se pueden hacer tan bonito, tan sencillo y a la vez tan llamativo y tan lleno de color como esto….
Para esta ceremonia, cojines y lazos naranjas y fucsias contrapeados en sillas sin funda completamente desnudas. Para el pasillo nupcial, botellas con gerberas naranjas y pétalos de seda fucsias para el suelo. Una mesa vintage para oficiar la ceremonia, con nuestras letras LOVE y una botella con una gerbera naranja y otra fucsia.
Para la trasera de la ceremonia botellas colgadas del travesaño de la ermita con gerberas en los mismos colores y para cerrar el pasillo nupcial un banderín estampado de flores.
Y cómo no, nuestro montaje de maletas con conos naranjas con pétalos en color fucsia para lanzar a los novios (esta semana os vamos a dar muchas ideas sobre este asunto; ayer, flores secas)
El siguiente toque en la boda fue el seating, muy especial y muy elaborado. Pusimos unas escaleras con mogollón de botes con flores y atrezzo, y de los peldaños de la escalera colgaban etiquetas con unas chapas que encargamos a Studio Cuatro de diferentes estampados para identificar las mesas de los invitados. Tengo que reconocer que Ana y yo nos lo pasamos realmente genial con este seating, tanto a la hora de elegir los diseños de las chapas (que tengo que decir que quedaron realmente preciosas) como a la hora de diseñar la deco del seating plan.
Y el último toque para el ultimo momento de la boda, en la cena. Aunque parezca mentira yo siempre se lo digo a mis novias, es uno de los momentos en los que los invitados más tiempo pasan, por lo tanto un buen centro de mesa, original, diferente, distinto, da un toque especial a la cena.
Ana quería gerberas fucsias y naranjas y también clavel fucsia y Jose quería botes con velas flotantes, por lo que colocamos unos botes decorados con encaje, con un fondo de piedras naranjas y velas flotantes, una botella con una gerbera de cada color y los claveles fucsias en otro bote.
Esto fue todo….esta fue la boda de Ana y Jose, una boda con pocos detalles pero en su momento y espacio justo y preciso. Un ejemplo de que con pocos detalles y un presupuesto no muy elevado se puede tener una boda preciosa, con encanto y sobre todo muy pero que muy especial.
Gracias chicos por confiar en nosotras y por dejarnos compartir vuestro día con vosotros.
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