Todo empezó hace seis años en un hospital. Sergi era un médico residente que estaba rotando en ese momento por la sala de urgencias y yo era una enfermera de prácticas. Al poco de conocerlo supe que sería el hombre con el que quería pasar el resto de mi vida.
Seguí leyendo atenta su historia y de pronto se produjo la más bonita de las casualidades. Tras 5 años de relación Sergi, aprovechando el cumpleaños de Paula, viajaron a Marrakech donde le pidió que se casara con ella. En La Pause, un lugar precioso situado en medio del desierto. Tras la puesta de sol y bajo un cielo estrellado que jamás olvidaré, se arrodilló para pedirme que me casara con él. Fue como un cuento de hadas
La boda tuvo lugar en un precioso mirador que hay junto a la iglesia de Deià. La única manera de llegar al mirador es andando, así que decidimos poner una banda para amenizar el camino de los invitados.
Paula es de un pueblo de Huesca y Sergi, aunque nacido en Barcelona, se ha criado en Mallorca, de ahí que eligieran la isla para celebrar su boda. Una auténtica fiesta para disfrutar, tal y como la habían soñado. Le dijimos a los invitados que las corbatas y trajes no estaban permitidos, tenían que venir bien cómodos.
Si me volviera a casar, no cambiaria nada. Lo único que desearía es repetirlo todo tal y como ocurrió.
Gracias pareja por compartir con nosotros los momentos más especiales de vuestra boda. Que vuestro amor dure "hasta el infinito y más allá"
Imágenes: Francisco Fonteyne