La semana pasada nos pusisteis falta….jejeje. No hubo boda, pero la verdad es que aunque haya terminado la temporada ahora estamos que no nos da la vida ni para respirar!. Pero bueno, aquí estamos una semana más aunque sea al límite con una boda nueva. Hoy os traemos la boda de María Jesús y Víctor.
¿Sabéis eso de “se ha casado mi amiga y me ha encantado su boda”?. Pues eso precisamente fue lo que le pasó a María Jesús. Llegó a nosotras de la mano de otra de nuestras novias, y como comprenderéis esto nos halaga y mucho. Te están diciendo “me encanta lo que hacéis y yo también lo quiero”.
Esta boda tiene mucha pero que mucha tela que cortar en el backstage….jajajajaja: sucesos realmente inexplicables, anécdotas
Esta boda es el ejemplo perfecto de que no hace falta un presupuesto desorbitado para tener una boda elegante, original y con un toque personal y diferente al resto. Siempre que nos contacta una novia y nos pide un presupuesto insisto bastante en dos puntos.
Somos completamente conscientes de que nuestro servicio es un capricho y que es completamente prescindible; pero al mismo tiempo es el servicio que marca la diferencia por dos cosas muy importantes: una de ellas es que es la manera de marcar la diferencia entre una boda y otra, ya que cada una de las bodas que hacemos nosotras es completamente personalizada y a medida y la segunda es que con nosotras disfrutaréis realmente de la boda, tanto los novios como los familiares mas allegados porque no tendréis que estar pendientes de nada más que disfrutar. Y al mismo tiempo todo está perfecto, sin medias tintas y en su sitio.
El presupuesto se hace en función de lo que nos pidas. Esto es tan grande o tan pequeño como se quiera: se pueden hacer bodas con 4 toques básicos pero siempre sabiendo cómo y dónde darlos y bodas completas llenas de rincones mágicos.
El caso es que María Jesús tenia claras dos cosas: que quería una boda especial y diferente sin salirse de un presupuesto “x” para la partida “decoración”. Y tuvo exactamente lo que quiso, prueba de que querer sencillamente es poder.
Cuando a una semana de la boda te da un aire de inspiración y llamas a la novia y le dices: “Mira María Jesús, he pensado que el informe visual que habíamos hecho como que no….vamos a cambiar cosas” y la buena de María Jesús, que a todo me decía que sí, me responde “Vale Mónica, ¿qué cambiamos?”, la respuesta casi que fue: “TODO”. Así que paso a contaros qué se hizo finalmente.
Los novios tenían claro que el azul era el color para su boda. No tenían un estilo que predominara en sus gustos por lo que decidimos intercalar algunos rincones vintage con otros rincones retro y la verdad es que la combinación fue genial.
En la ceremonia suspendimos claveles de color azul de todos los árboles del espacio y creamos un pasillo con faroles arabescos de color blanco con hortensias azules en su interior. Quedó bonito, elegante y nada cargado.
En el cóctel pusimos uno de los photooboth que más nos ha gustado este año: el de claveles en tonos pastel suspendidos acompañado de una de nuestras butacas estilo Isabelino. Y para dar el toque final, una columna de maletas.
El regalo para los invitados eran unos jabones artesanales que esta vez colocamos en un rincón retro con cajas metálicas y botellas de Kellogg’s que dieron un toque ideal. Y como siempre, ¡qué éxito los jabones!.
Y para el seating plan nos decidimos por relojes que colocamos en uno de nuestros biombos. ¿Que tu reloj marcaba las 19,30? pues en el interior, en tu mesa, había un reloj exactamente igual que marcaba la misma hora.
Esta boda es, como os decimos, el ejemplo de que con cuatro rincones especiales tu boda pasa a ser única, mágica y sobre todo diferente a la del día de ayer en ese mismo espacio. Somos defensoras a ultranza de que la decoración es lo que verdaderamente hace que el recuerdo de las bodas sea imperecedero.
Aquí os dejamos con las fotos y esperamos, como siempre, que os guste tanto como a nosotras. Pero antes queremos dar las gracias una vez más a Santiago Bargueño Fotógrafo por cedernos sus fotografías y ponernos las cosas tan, tan fáciles. ¡Gracias!
Fotografía: Santiago Bargueño Fotógrafo
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