Como ya sabéis las que me seguís de cerca en Instagram, este fin de semana he estado en Zaragoza celebrando la despedida de soltera de una de mis mejores amigas. Lo hemos pasado en grande y eso me ha hecho recordar lo importante qué es celebrar ese día en compañía de tus amigas. Digamos que después de tantos meses de preparativos, es la excusa perfecta para pasar un día diferente en compañía de las chicas que, además, servirá de subidón para todo lo que viene después.
Hace tiempo que tenía ganas de daros ideas para celebrar una despedida original y divertida sin que eso signifique que tus amigas tengan que arruinarse (¡recordad que estamos en crisis y que no hacen falta grandes lujos para pasar un buen rato!) y, sobre todo, sin que sea el estereotipo que todas conocemos (por suerte cada vez somos menos novias las que nos prestamos a llevar penes en la cabeza).
No sé si habéis tenido la oportunidad de saber cómo fue mi despedida. Para mí fue un día genial, ni en mis mejores sueños me hubiese imaginado una despedida tan perfecta y os aseguro que la clave del éxito no fue otra que la de tener una gran fiesta con mis amigas.
Hoy os voy a hablar de la despedida de una lectora del blog que, además, conozco desde hace bastante tiempo en persona.
Vero y yo fuimos compañeras de instituto hace ya muchos años. Nuestros caminos se separaron aunque siempre hemos estado conectadas.
Como buena bióloga, Vero es una amante de la naturaleza, adicta al reciclaje y una gran apasionada de todo lo handmade así que esa fue la filosofía que sus amigas siguieron al pie de la letra a la hora de organizarle su despedida de soltera.
Después de ir a buscarla a casa, obligarla a vestirse en chandal y ponerse un pañal donde ponía "Vero se casa" (es imposible huir de las típicas bromas), sus amigas decidieron llevársela al campo para celebrar un picnic.
Algo sencillo, low cost y, sobre todo, un plan perfecto para Vero. Ella se lo pasó tan bien durante el picnic con sus amigas que nada le hizo sospechar la sorpresa que le tenían preparada más tarde: una sesión de fotos pin up.
Le vendaron los ojos, la llevaron a un estudio y allí le entregaron una mochila en la que se encontraba su atuendo pin up favorito. Cuándo Vero abrió los ojos no podía sentirse más especial. Era la protagonista de una sesión de fotos pin up.
¿Os imagináis que recuerdo tan bonito de ese día y cómo disfrutaron todas las chicas durante la sesión de fotos?
Después de la sesión de fotos, celebraron una cena en la que sólo se pidió un requisito a todas las invitadas: que el atuendo que llevasen fuese pin up. Fue su peculiar forma de homenajear a la novia.
Me encantan las fotos y me parece una forma muy original de despedir la soltería. Además, como veis, no hace falta gastar muchísimo dinero para dar con el plan perfecto. Al fin y al cabo, lo que todas las novias queremos es tener una excusa para compartir un buen rato con nuestras amigas.
¿Te ha gustado? ¡Compártelo!