Ha sido recientemente restaurada y se ha convertido en un lugar ideal donde celebrar bodas. Habitaciones amplias, las maravillosas vistas, sus inmensos jardines repletos de nenúfares, y el sonido del agua, crean una atmósfera mágica en la finca.
Así que cuando nuestros protagonistas de hoy conocieron la finca, no dudaron en que ese era el lugar perfecto!
Ilian y Gwennaëlle es una pareja parisina súper divertida. Las reuniones con ellos siempre acababan con algún brindis! ;)
Conocieron Son Doblons por la boda de unos amigos, así que nos pusimos en marcha para que ellos celebraran ahí también su enlace.
Ambos se vistieron en la finca. Gwennaëlle lució un precioso vestido hecho a medida por el joven diseñador francés Laurent Kapelski y lo combinó con unos zapatos azules de la firma Paco Mena. Todas las joyas que llevaba eran regalos de personas especiales en momentos importantes de su vida, con mucho valor sentimental.
El pelo, con un precioso moño y dos flores iguales que las que lucia en su vestido.
La ceremonia fue muy emotiva. Abrian paso a la novia las sobrinas pequeñas, preciosas, con coronas de olivo y rosas blancas . Todas con menorquinas.
La decoración, blanca, con esferas de paniculata colgando de los arboles le daban un toque muy romántico.
Muchas lecturas y palabras de amor fueron protagonistas del enlace.
Después, un sabroso aperitivo de Tot a Punt junto a la piscina, con Möet Chandon y la bebida típica de Francia, el Ricard.
Mientras, el fotografo Francisco Fontayne recorrió los jardines de la finca con la pareja para hacerles fotografías tan bonitas como estas.
Para cenar, Tot a Punt preparó un delicioso tartar de atún y tomate, lubina con carpaccio de tumbet, y de postre mousse de chocolate blanco! Todo estaba de rechupete! ;)
Los amigos de la pareja pusieron el humor a la noche. Videos graciosos, fotografias y discursos amenizaron la cena… Pero la cosa no terminaba ahí! Al dia siguiente, un delicioso brunch para todos los invitados que seguían por la isla!
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