En España la figura de “la dama de honor” no está muy estandarizada y aquí como nos pasamos todo por donde nos da la gana, elegimos el número de chicas al azar, así como el vestuario, donde en otros países europeos y Estados Unidos es un punto a tener muy en cuenta. En este aspecto, la novia es la encargada de escoger el vestuario. Normalmente suele dictar la largura del vestido así como el color (o paleta de colores) a escoger.
¡Ojo con esto! Si somos novias y vamos a escoger un color para las damas de honor (se aconsejan los tonos pastel o empolvados), que no sea uno al azar, que tenga un sentido (como por ejemplo los colores predominantes en el hilo conductor de la boda) y definirlo de la manera más ajustada. Pensad que si os gusta el color azul hay mil millones de tonalidades… ¿Os imagináis el batiburrillo que se puede crear si no especificáis la tonalidad? azul cielo, turquesa, marino, pasando por el azul agua, azul petroleo e indigo…
Siguiendo con el tipo de vestido, éste es aconsejable que no se parezca a la hechura del de la novia ni que llame demasiado la atención. Fuera escotazos, por no hablar de los vestidos minifalderos ¡VETADOS! Eso sí, hay que tener en cuenta que no todas las chicas/mujeres tendrán el mismo cuerpo, por eso se suele optar por los vestidos vaporosos y con caída (sin ceñir, hablando en plata).
En cuanto al ramo, las damas de honor también suelen llevar uno. Normalmente suele ser del mismo estilo y color que el de la novia, pero de tamaño más reducido. Como consejo, si queréis que vuestras damas lleven ramo, pero no os queréis gastar una pasta, una pieza floral es más que suficiente. Si tu ramo (como novia) lleva rosas blancas, una rosa blanca para cada dama de honor puede ser más que suficiente y super elegante.
En relación a la función de las damas de honor en una boda, éstas suelen ser las encargadas de ayudar en los preparativos, elección del vestido, maquillaje y peluquería de la novia. Y deberían ser las que arreglen la cola antes de llegar el altar y sujetar el ramo si en algún momento es necesario.
Además, como dato curioso, normalmente (en otros países, como ya he comentado, aquí sudamos de todo) las damas de honor “deberían” ser solteras y con una edad aproximada a la de la novia. Aunque tampoco nos pasemos con las exigencias…
Así que si este año os toca ser damas de honor, tened en cuenta que no os han elegido por que sí, la novia espera que seáis una pieza clave en la organización de la boda, así como en el día B.
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¡Pronto novedades!
Alba, vuestra organizadora de bodas y wedding planner.