Y si algo tenían claro los novios es que iba a ser una slow wedding. Como sabéis, slow wedding es aquella boda que te deja disfrutar de cada momento de los preparativos, sin prisas, ni horarios, sin seguir extenuantes protocolos…¡Una práctica cada vez más de moda y que asegura una jornada feliz y tranquila!
Y por supuesto sus hijos, un niño y una niña, lo iban a disfrutar mucho junto a sus padres. Para comenzar diremos que esta pareja buscaba un poco el ambiente que confiere la montaña ya que deseaban evocar a Galicia, pero sin renunciar a unas privilegiadas vistas al mar, y todo ello con la intimidad y tranquilidad. Tenían claro que la boda se celebraría en España, y Mallorca, junto a su preciosa Serra de Tramuntana (patrimonio de la humanidad), fueron las elegidas como testimonio de este día esperado.
Tras visitar varios lugares en la isla se enamoraron de la finca de Son Rullán ya que era la ubicación perfecta que además reunía todos los requisitos: espacio y sitio en la casa para compartir con la familia y con los amigos más cercanos además de unas impresionantes vistas, el entorno verde del bosque mallorquín y una casa llena de encanto. ¡Sin duda era todo lo que necesitaban para celebrar juntos su bonita unión!
Todos los preparativos se realizaron en la misma finca en un entorno muy relajado. Esa era la principal clave: iba a ser una slow wedding donde todo iba a suceder sin prisas, sin estrés y muy familiar…
La mañana del evento los niños se bañaban en la piscina y se charlaba animadamente en las terrazas de la finca.
El Ramo
El ramo de la novia y siguiendo la tradición de esta familia, se lo preparó la madre de la novia. Para ello fue a recolectar flores silvestres del entorno y preparó un bonito ramo 100% natural y autóctono…
Mientras…la novia se ponía en manos de su estilista ¡para que la dejara bien guapa para este gran día!
La novia confió en las manos de Marta Lula para que la peinara y maquillara.
Como os decimos fue una boda muy tranquila y como tal la disfrutaron todos los presentes…¡con champán y charlas familiares! Una vez que Sandra estuvo lista y preparada, sus damas de honor y mujeres de la familia fueron testigos de las primeras fotos de la novia ¡estaba muy, pero que muy guapa!
Eligió un vestido de novia vaporoso en seda y tules en blanco roto con un poco de cola y lo remató con un velo de tul muy suave prendido a su pequeño recogido en lo alto de la melena.
Las damas de honor también eligieron tejidos muy suaves a juego en otros tonos acompañados por unas pequeñas coronitas de flores que remataban su tocado, ¡todo muy etéreo y suave! Su madre le hizo entrega del ramo y las demás inmortalizaron el momento con sus móviles.
El novio, Mike, hizo lo propio en otras dependencias de la finca. ¡Iba a estar a la altura de su preciosa novia y sus amigos le iban a ayudar en este momento! Unos nervios previos que se aplacaron con risas y alguna copa. Su hijo le acompañó junto con “los hombres” mientras que su hija estaba junto a su madre arreglándose junto a las chicas mayores..!
Los Invitados
Toda la boda transcurrió en la misma finca. Los invitados fueron recibidos con un welcome drink donde además se les ofreció sombreros y sombrillas para protegerse del sol que, aunque en las montañas, en Mallorca y en verano, aprieta.
Para casarse eligieron una zona elevada respecto a la casa lo que añadió a la ceremonia un paseito por el camino que quedó muy romántico ya que desde arriba el novio y los invitados vieron llegar a la novia acompañada de un séquito de damas de honor…Como testigo de honor, el precioso mar mediterráneo de fondo.
La Ceremonia
Fue exactamente como habían deseado. En un entorno idílico, tranquilos y lleno de buenas vibraciones. La boda fue ambiente musicalmente por unos amigos que pusieron la banda sonora al momento. Hubo varios discursos de amigos y familiares y como cabe esperar ¡sonrisas y lágrimas de emoción!
Sandra y Mike estaban pletóricos y felices y sus hijos tuvieron un papel importante en el momento de las alianzas…
El Aperitivo junto a la piscina
Tras tantas emociones llegó la hora de felicitaciones y por supuesto ¡el aperitivo! que se sirvió junto a la piscina donde algunos de los más pequeños aprovecharon para refrescarse de las altas temperaturas…
El Banquete de Bodas
Para la cena los novios querían un toque español por lo que optaron por el menú a compartir; los platos principales eran también a compartir: barbacoa, pescado a la mallorquina, porcella amb patatons y ensalada entre otros platos típicos de Mallorca todo servido por el catering Tot a Punt.
Dispusimos las mesas en el patio de la casa y se decoraron en el mismo estilo natural y rústico. Completaron el ambiente unas guirnaldas de luces que quedaron muy bonitas cuando cayó la noche ¡y comenzó la fiesta!
Una boda realmente encantadora donde primó sobre todas las cosas la naturalidad, tranquilidad y familiaridad en un entorno precioso. ¡Muchas felicidades a la pareja junto a sus preciosos hijos y que tengan una larga vida llena de amor!
Fotografías: People Producciones