Hace tres años y algo, mi prima pequeña (y niña de los anillos) decidió la víspera de mi boda que ella pasaba de tirar arroz, que le iba más doblar un montón de folios y trocearlos con sus manitas. Cuando me vino con aquel puñado y me dijo aquel “prima, esto es para mañana tirártelo. Guárdalo”, le dije “no hace falta Clara, mañana me tirarás arroz” y ella sin dudar me soltó un “y por qué arroz? Yo quiero tirarte mis papelitos”. Y se acabo la conversación porque a una canija que está a días de cumplir los 4 años no se le puede llevar la contraria. Y porque realmente, ¿quién le explicaba por qué arroz si nadie en aquel caos de casa lo sabía?
Y es que como decía al principio, no son pocas la bodas en la que se tira arroz pero… ¿Por qué arroz?
Es una tradición que viene de Oriente. Allá, el grano de arroz es considerado símbolo de fertilidad por lo que se arroja a los recién casados deseándoles que tengan muchos hijos.
Tan sencillo y tan simple. El arroz en las bodas es el primer “¿y los hijos para cuándo? pero disimulado y con esa categoría que dan las tradiciones.