Una noche que Iván estaba trabajando me llamó para que empezase ha hacer la cena, después me volvió a llamar para que no la hiciese por que ya no tenía hambre, luego me llamó para que la empezase ha hacer... Y así cuatro o cinco veces, que sí, que no, que sí, que no... Al final me cansé le dije que dejase de liarme y le colgué enfadada.
Llegó a casa y entró sin saludar... Yo estaba enfurruñada y aun que lo escuché trastear en la cocina no le hablé. Al rato vino con una bolsa de McDonalds muy cariñoso. Cogí mi cena y empecé a prepararmela aun mosqueada pero para mi gran sorpresa cuando abrí la caja de la hamburguesa vi algo...cerré de pronto la caja y notaba como iba poniéndome roja por momentos, riéndose me preguntaba que que me pasaba, yo roja como un tomate y sin decir nada, al final me preguntó que que le contestaba. Sin decir nada le dí un beso, por su puesto que era un sí!
Mañana más jiji