Paula y Javi se casaron el verano pasado en la víspera del día de Galicia (siendo los dos gallegos, no podía ser otro día), en el Pazo de Cea (Nigrán, Pontevedra), un pazo gallego del siglo XVI declarado Monumento Histórico. “Nada más verlo lo tuvimos claro, ya habíamos ido a una boda de unos amigos allí y encajaba a la perfección con lo que estábamos buscando. Del catering se encargó casa Solla, que tiene una estrella michelín”, nos cuenta.
El día de la boda amaneció lloviendo, día típico gallego, pero según iban pasando las horas, llegó la calma y en el momento de la ceremonia salió el sol, así que pudieron disfrutar de una boda preciosa al aire libre.
Javi se vistió en el parador de Baiona con sus padres y su hermana. Llevaba chaqué azul marino y corbata de Scalpers, camisa a medida con las iniciales bordadas también de la misma marca.
El vestido de Paula era de Inuñez, maravilloso, efecto dos piezas. El cuerpo ablusado realizado en georgette de seda, con botones joya y espalda efecto descubierta velado con plumetti. “Quería sentirme yo misma y anteponer la naturalidad y la comodidad. Isa lo supo captar desde el primer momento y lo plasmó en el vestido para el gran día”, explica la novia. La hermana y madre de Paula también fueron vestidas por Inuñez.
En cuanto a los complementos llevó zapatos a medida en tono verde turquesa y dorado de Franjul (Madrid), regalo de su amiga Nita. Como joyas, unos anillos de Suárez que llevaron en una bolsita bordada por la madre de Paula con la fecha de la boda 24J15 y unos pendientes de diamantes de Rabat, regalo de sus padres y hermanos por su 30 cumpleaños. Del maquillaje se encargó Sara, de Mac de Vigo. Y del pelo se encargó Lourdes de la peluquería Senso (Vigo): “Quería llevar la cara despejada y opté por una coleta alta efecto despeinado. Como tocado llevé una pulsera vintage de esmeraldas verdes y diamantes, prestada por mi madrina para el gran día”. El ramo lo realizó la floristería Verdeagua (Vigo), y de la decoración del pazo y los centros de mesa la floristería Galo (Vigo).
Paula nos cuenta: “Debido a la ausencia de mi padre, decidimos entrar yo con mi hermano y Javi con su hermana, fue un momento muy especial. Queríamos una boda muy familiar, muy nuestra, con nuestros amigos de toda la vida y sin demasiados protocolos. Fue una ceremonia civil, muy cercana. Mis hermanos y un testigo nos dedicaron una palabras muy muy emocionantes. Fue difícil contener las lágrimas”.
Un detalle que personalmente me ha gustado mucho viendo las fotos es el seating, que lo hicieron en una puerta vintage donde escribieron los nombres de las mesas y de los invitados. “Cada una pertenecía a un sitio característico de Roma. Para nosotros una ciudad muy especial. Fue el primer viaje sorpresa que me regaló Javi 5 meses después de conocernos y nos prometimos allí mismo 6 años después. Para nosotros significa mucho. Como nos encanta viajar, lo quisimos plasmar en la decoración de la boda y a los invitados les regalamos unas mini libretas estilo craft muy viajeras hechas por nosotros mismos”.
Después del baile cada uno de los testigos encendió un globo tailandés, “fue precioso verlos en el aire bajo la luz de las estrellas. Fue un momento muy especial. Y sí creíamos que éramos los únicos que íbamos a sorprender nos equivocamos. Nuestros amigos nos hicieron un video con fotos desde la infancia y mis amigas montaron un playback y salieron a bailar al medio de la pista. Además, los padres de Javi nos sorprendieron con un globo aerostático en medio del jardín, ver el pazo desde el cielo fue una sensación maravilloso”.
Para el baile contaron con un photokiller montado por Fluxus, en el que pusieron un photocall hecho por la madre de Paula (Just Married) donde los invitados se autodisparaban fotos con gorritos de gomaespuma realizados por Arancha de Binbonban (Vigo). De la música se encargó Borja, de Tocata. Las fotos son de Fluxus (Pontevedra): “David y Lorena son encantadores, hicieron un trabajo excepcional y son tan buena gente que hicieron todo muy fácil. Los recomendamos 100%”. El vídeo de la boda lo realizó Manu, Imaxcam (Santiago).
Al ser la boda un viernes, en lugar de pre-boda hubo post-boda. Al día siguiente fueron los novios y todos los invitados en barco a las Islas Cíes. “Fue genial seguir celebrándolo el día después”.
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