1.- Hazlo tú, que te ahorras un montón de dinero
Pues depende: muchas veces, solo el coste de los materiales ya es bastante. Si a esto le sumamos el coste de ir a comprarlos (traslados), gestiones telefónicas más tiempo de montaje (vale, no es algo económico pero considéralo) resulta que no sale tan a cuenta. Sopesa todo esto antes de lanzarte a hacer 150 detallitos, invitaciones o lo que estés pensando hacer y, si después de ello sigue saliendo económico y tienes tiempo, ganas y maña, ¡adelante! Si no, delega en tus amigas o en tu wedding planner o cómpralo hecho.
2.- Ir a precio en la elección de los proveedores
Al “ir a precio” se corre el riesgo de elegir lo que no os guste solo porque es lo más barato. Mejor elegid lo que os guste dentro de un límite de presupuesto e intentad abaratar lo posible, pero eligiendo siempre vuestra opción favorita. En esto, una wedding planner puede ser de gran ayuda, ya que conoce proveedores que se pueden ajustar a lo que necesitáis, tanto en estilo como en cuanto a vuestra economía.
3.- Pide a un amigo que haga las fotos/vídeo de la boda
Si no es fotógrafo o videógrafo profesional, os lo desaconsejo totalmente. Es un día muy especial como para jugaros el único recuerdo tangible que os quedará. Como en todo, cada uno conoce su profesión y si vuestro amigo no ejerce profesionalmente, pueden faltaros fotos importantes. Recordad que no habrá una segunda oportunidad si no quedáis contentos con el resultado.
4.- Busca zapatos de novia cómodos
Después de tantas horas de pie, hasta con unas zapatillas de deporte te dolerán los pies y estarás cansada. Así que si tu sueño son unos taconazos de vértigo, no renuncies al glamour, al menos para las fotos. Ya habrá tiempo de zapatos de repuesto durante el baile!
5.- Una novia debe ir de blanco
Antiguamente el blanco significaba la virginidad de la novia pero hoy en día, seas virgen o no, puedes elegir si te apetece ir de blanco o algún otro tono. Las marcas nupciales ofrecen en sus colecciones algunas alternativas, normalmente en tonos suaves, como el gris perla, que triunfa esta temporada; aunque también puedes buscar otros tonos más atrevidos si te apetece como el marsala, color Pantone 2015 . Pero claro, qué te voy a decir yo que me casé de rosa
6.- Pedir un crédito para pagar la boda
ERROR. Así, con mayúsculas. Para pagar una boda hay que contar con lo que se tiene y con las posibles ayudas familiares, nada más. Si se pide un crédito hay que devolverlo con intereses. Para ello, los novios hacen cuentas de los regalos que recibirán y esto es algo totalmente incierto. Más vale no meterse en un problema y tener una boda más discreta que endeudarse para aparentar lo que no se tiene. Con un poco de imaginación, dedicación, cariño y no mucho dinero se puede hacer una boda maravillosa.
7.- Hacerse una tarjeta de crédito para los pagos de la boda
En la línea de la anterior, muy poco recomendable. El dinero que no tengas hoy no es probable que lo tengas mañana así que ¡no te lo gastes! Ten previstos los pagos con antelación o negocia con los proveedores los plazos, pero evita los números rojos a toda costa. No merece la pena buscarse un problema con el banco
8.- Tienes que hacer dieta antes de la boda
Si te ves mejor con un par de kilos menos o tres, adelante. Cuida tu alimentación, come sano, aprovecha para disfrutar de unos masajes drenantes, sal a andar o correr a ritmo suave… Te ayudará a lograr tu objetivo sin esfuerzo e incluso te relajará. Pero si “dieta” significa perder 10 kilos en dos meses y/o apuntarte a un gimnasio cuando no pisas uno desde 1998, entonces mejor replantéate el consejo. Bastante tienes con tu vida diaria (trabajo, obligaciones, casa, amistades…), tu pareja, familia y las tareas de la boda como para imponerte más. Tómatelo con calma, sé realista e intenta estar lo mejor posible pero sin presiones y siendo tú misma en todo momento.
9.- Utiliza un maquillaje de novia discreto
Puede ser discreto siempre que sea tu estilo (si tú eres de ojo ahumado hasta en la piscina o de labios rojos recién levantada, ¡adelante!) pero ten en cuenta que tu maquillaje debe aguantar todas las horas de la boda, desde que te maquillan hasta el baile; y que durante todas esas horas te van a dar cientos de besos (cuéntalos y verás!), te vas a tocar la cara, seguramente se escape alguna lagrimita, te van a abrazar, puede que sudes, que haya algo de humedad, que el ambiente se reseque por aires acondicionados o calefacciones… Y ahora viene lo mejor: el maquillaje tiene que quedar bien en las fotos, que se comen el maquillaje. Así que teniendo en cuenta todos estos factores, la mejor alternativa es buscar una maquilladora experimentada que sepa dejarte espectacular tanto en las fotos como al natural y además lo haga con unos productos y con una técnica que aguante todas las emociones del gran día. Así que puede que sea discreto, pero seguro que debe ser muy bien elaborado.
10.- Siempre te puedes divorciar
Es normal que pueda haber nervios e incluso alguna discusión entre vosotros, pero si alguien te dice eso, es que os aprecia muy poco como pareja. Mejor dile que se puede guardar su opinión porque no te interesa.
Y a ti, ¿te han dado algún consejo horrible mientras preparabas tu boda?