Elena y Marcus se conocieron en Washington D. C en 2010 cuando ambos estudiaban un master en derecho. Era enero, estaba todo nevado, y tenían que ir a Nueva York para hacer unas entrevistas de trabajo. Marcus tenía previsto ir en autobús y Elena tenía billete de tren. Pero Marcus encontró en el mal tiempo la excusa perfecta para cambiar su billete y coger el mismo tren que Elena. Ese día sus vidas cambiaron para siempre: fueron hablando sin parar las 3 horas que dura el tren Washington D.C.-Nueva York y fue entonces cuando empezó su bonita historia de amor. Elena encontró trabajo en Madrid y Marcus en Bruselas – estuvieron un año separados y luego Elena me mudó a Bruselas. Estuvieron unos dos años juntos en Bruselas (de los que guardan recuerdos maravillosos!) y cuando pensaban que se quedarían allí, a Marcus le surgió una oportunidad fantástica en Ginebra! Así que se pusieron manos a la obra, y ahora ambos viven y trabajan en Suiza.
Elena después de una intensa búsqueda y de recopilar varias referencias, decidió confiar su vestido de novia a Navascués La calidad de las telas, la perfección y el detalle de la costura y la profesionalidad del equipola enamoraron. Hasta la víspera de la boda tuvo dudas sobre si su vestido era el más adecuado para la iglesia. Pero las discretas transparencias del cuerpo de encaje y el fajín de raso rosa palo, del mismo tono que los maravillosos salones de Gianvitto Rossi que Elena había comprado en Ginebra, fueron un gran acierto. Completó su outfit con unos pendientes de brillantes que su madre le prestó para la ocasión, además de su maravillosos anillo de compromiso. ¡Elena estaba deslumbrante!
A pesar de que Marcus es sueco – estuvo encantado de casarse en Madrid! Elena le había contado que la tradición en España es casarse en la ciudad de la novia. Tuvieron clarísimo que querían una boda de otoño o incluso invierno. Se casaron en Madrid, en octubre, en la Iglesia de Santa Bárbara. El principal motivo es que los padres de ella se habían casado allí en 1984, también en octubre, y les entonces les casó uno de los tíos de Elena que también los casaría a ellos.
El novio no quería chaqué, algo que sorprendió a Elena- y claro su padre quería ponerse chaqué!- pero al final le pareció estupendo. Era al fin y al cabo una boda de tarde y Marcus iba guapísimo. Se compró un tres piezas azul marino en Hugo Boss, que acompañó con una corbata ideal de Brioni. Los zapatos se los compró en Church´s. Su alianza era lisa de platino.
Llegaron a la iglesia en un Bentley antiguo muy especial, del que sólo se conservan seis o siete ejemplares en el todo mundo, regalo de un buen amigo de la familia!
El momento más emotivo fue sin duda el momento del Ave María. En la iglesia de Santa Bárbara no puedes llevar coro, ni elegir tu música. Tienes que limitarte al repertorio que te dan y es música para órgano. Elena y Marcus querían llevar una soprano para que cantase el Ave María. Pero la misma mañana de la boda llegó la confirmación oficial: Era imposible, no estaba permitido! Pero fue una pequeña mentira de la madre de la novia para que la sensación fuera aún mayor. “De repente, estando ya en la iglesia, oímos que empieza a cantar una soprano! Los pelos de punta – había sido una sorpresa de mi madre para los dos. Es imposible explicar lo que sentimos en ese momento, pero se nos cayeron las lágrimas a los dos!” Nos contaba Elena.
Querían un boda en el centro de Madrid – para que los invitados tuviesen flexibilidad de ir y venir y disfrutasen de una ciudad tan bonita como esta! Si hay algo de lo que no me arrepienten es de haberlo celebrado en el Hotel Ritz. La profesionalidad, calidad y experiencia de un sitio así no tiene parangón.
El cóctel lo hicieron en el jardín del hotel – hizo una tarde/noche maravillosa a pesar de ser 15 de octubre, así que pudieron disfrutar de un ambiente inmejorable: vistas a la Plaza de la Lealtad, rodeados de colores otoñales y unos aperitivos excepcionales. Hubo aperitivos fríos y calientes y, por supuesto, no pudo faltar el jamón.
Del ramo, los pines de los chicos y las flores se encargó Isabel Blumen, mientras que para la papelería de la boda eligieron a Arte Papel: Las invitaciones eran en tonos azules y los meseros eran unas acuarelas fantásticas de ciudades en la que han vivido.
Y qué mejor manera de cerrar esta crónica de la boda urbana y elegante de Elena y Marcus que con estas cariñosas palabras de la novia:
“Confiamos para un día tan especial en Tu Día Perfecto. Muy posiblemente una de las mejores elecciones de la boda! Yo estaba en Ginebra y llamé a Ana para ver si en el último momento nos podía ayudar. Pues sí, en el último momento. Me sorprendió muchísimo la disponibilidad, la manera de rápidamente ponerse al día y evidentemente los resultados y la profesionalidad. Nos ayudó con la decoración y los detalles del banquete. Pusimos un pequeño ‘corner’ con una polaroid, unas bailarinas para las invitadas, un Candy bar, etc. Un gusto exquisito y acorde con el Ritz. Mi madre y yo nos pudimos desentender la semana antes de la boda!! Un acierto sin duda alguna que recomiendo a todas las novias!!”
Todas las fotografías son de Momenta Bodas.
Feliz Viernes!
Ana
.