¡A veces… los sueños se cumplen! Recuerdo ver la película siendo muy pequeña, con mis padres, y por algún misterioso motivo esa escena se había quedado guardada en algún lugar del trastero de mi memoria esperando su momento. Supongo que mi fascinación por las bodas viene de muy atrás, mucho antes incluso de imaginar que un día me dedicaría a esta fascinante profesión. Y ese recóndito recuerdo fue mi fuente de inspiración para crear la boda a la italiana que Sonia y Fabrizio querían.
El primer reto fue encontrar una finca con un maravilloso jardín que nos permitiera hacer el montaje que teníamos en la cabeza: iluminación con guirnaldas de bombillas, mesas corridas sin mantel, espacio para los puestos de comida, para el corner de café, el puesto de limonada, y la fastuosa mesa de tartas… tenía que parecer muy informal, pero cuidado a la vez, con música en vivo, y acceso directo al jardín para la entrada triunfal de los novios en Vespa. Sí, habéis leído bien!!! Pero eso es otra historia… que os contaré si llegáis hasta el final.
También debía contar con espacio suficiente para hacer tanto el cóctel como la cena en el exterior. Pero además a máximo 30 minutos de la modesta iglesia donde Sonia y Fabrizio se habían conocido, haciendo voluntariado con niños con necesidades especiales, unos años antes.
Aunque no os lo he contado todavía, el novio es Italiano, de Sicilia, y para él y para sus invitados había algunos ingredientes que no podían faltar en su boda a la italiana. No sé vosotros, pero yo una de las muchas cosas que disfruto cuando voy a Italia, es del café. Así que buscamos y rebuscamos un café Premium, más allá de colocar las típicas cafeteras Nespresso. Y voilá, o mejor dicho, ecco, encontramos la solución perfecta: un carrito, tirado por una bicicleta, para nuestra boda con sabor a Italia, que sirve unos cafés deliciosos. ¡Os lo dice una auténtica Coffee Lover! Y que fue la guinda del pastel de una espectacular cena, con una mesa de postres de ensueño, de 5 metros nada menos!!!
Para los que hayáis llegado hasta el final ávidos de conocer el behind the scenes de la Vespa, o simplemente porque estáis disfrutando de la lectura os cuento cómo lo montamos:
Fabio como buen italiano es un amante de las motos, en particular de las vespas y le hacía mucha ilusión utilizar este medio de transporte para salir de la iglesia y llevar a su ya mujer, Sonia, a la finca donde tendría lugar la celebración. Eso que suena muy romántico, emulando a Audrey Hepburn y Gregory Peck en Vacaciones en Roma, presentaba muchas complicaciones logísticas… empezando por el casco. ¿Os imagináis a una novia con casco? Poco sexy y menos aún para las fotos. Aunque la alternativa tampoco era muy factible, recorrer 20 kilómetros en moto sin casco suponía que la novia llegará con unos pelos como si fuera la protagonista de La niña del exorcista, y multa asegurada. Por no hablar de los riesgos potenciales si hubieran llegado a tener un accidente y la celebración acaba en el hospital.
Sonia y Fabrizio, como manda la tradición, salieron juntos de la iglesia bajo una nube de pétalos de flores y arroz, acompañados por los vítores de familiares y amigos: vivan los novios, auguri, evviva gli sposi... Se subieron a la flamante vespa con sidecar de Vespa para eventos y en lugar de dirigirse a la finca, dieron la vuelta a la manzana donde un coche los estaba esperando, mientras la vespa era cargada en una furgoneta. Unos metros antes de llegar al destino, la vespa ya les estaba esperando para recorrer sobre ella los metros finales y hacer la entrada triunfal manteniendo intacto el velo, el maquillaje y el peinado de la novia!!!!
Diseño, organización, coordinación, decoración y flores Tu Día Perfecto Wedding Planner
Venue La Finca de Villanueva
Catering El Lebrillo