Una vez se ha hincado la rodilla y se ha dado el sí quiero, las parejas empiezan a preguntarse por dónde deben empezar. Que si el vestido, que si hacemos ceremonia civil o religiosa, que si el convite, que si invitamos a tu prima la del pueblo… Y por supuesto, las invitaciones.
Muchas novias no se dan cuenta de lo que implica una invitación hasta que tienen que empezar a tomar decisiones, qué pongo, cómo lo pongo, cuántas necesito, qué papel, qué tipografía, cuándo las envío… Ayh, madre… ¡Pues calma amigas! Os traigo unos cuantos consejos e indicaciones que harán que tomar estas decisiones se convierta en un paseíto en barca por el Retiro.
Las invitaciones sirven para anunciar celebraciones y dar información sobre el evento a nuestros invitados, y son la primera referencia que tienen los invitados de lo que será vuestro gran día. Las invitaciones hablan por sí solas de lo que vamos a encontrar, y marcan el estilo del evento, por eso es importante dotarlas del carácter adecuado: sencillo, clásico, vintage, moderno, informal, infantil… Lo que sea que vaya a ser tu guateque. Al estar tan llenas de significado, llegan a convertirse en un detalle mismo, algo que los invitados guardarán con cariño como recuerdo de vuestro enlace.
Con esta idea clara, el resto es pan comido.
1. Pues sí, lo primero de todo es tener elegido el día, la hora y el lugar del enlace. Sin esto, no hay tu tía. Pero hay más, ya sólo la elección del sitio dice mucho de lo que será la celebración del bodorrio, y esto puede dar muchas pistas de lo que queremos transmitir en la invitación.
2. Vale, ya lo tengo todo reservado. Pero ahora ¿qué pongo en la invitación? ¡Bienvenidos al siglo XXI! el estricto protocolo ha quedado atrás, y los novios cada vez se atreven a ser simplemente ellos mismos y plasmarlo así en sus invitaciones. Lejos quedaron los nombres de los progenitores custodiando las esquinas de las tarjetas. ¡Viva la naturalidad y la espontaneidad! Al fin y al cabo son nuestros seres queridos a los que estamos invitando a uno de los días más especiales de nuestra vida (a no ser que seas la duquesa de Cambridge, of course), y nadie mejor que ellos conocen nuestra forma de ser. No hay nada más bonito que cuando alguien recibe una invitación y piense automáticamente en vosotros, en cómo sois y en el amor que sentís el uno por el otro. Aquí os dejo un par de ejemplos de invitaciones legendarias Print the Legend:
Helenca y Paul son una pareja con un toque clásico pero que les gusta innovar. Habían vivido en muchas ciudades juntos, pero no les apetecía explicarlo todo con un escrito, así que les hicimos estás invitaciones viajeras que plasmaban su historia casi sin palabras:
Carmen y David son una pareja traviesa y juguetona que quería dar un toque gamberro a sus invitaciones. Así que, ¿qué mejor manera de invitar a sus amigos a su boda que con un juego recortable?
O el caso de Mayte y Darío, que juntos han dado la vuelta al mundo y su historia se ha forjado a base de preguntas y respuestas en distintos continentes:
En cualquier caso, no hay que olvidar la fecha, la hora y el lugar. Hay veces que se incluye un mapa para indicar cómo se llega al lugar del enlace, los datos de contacto de los novios para poder confirmar, y el eterno dilema: Cuenta bancaria or not. That is the question. Personalmente, encuentro horrible abrir una bonita invitación y encontrarme el serial de números, como un atraco imperativo. Siempre me parece más delicado mandar un correo con más información e incluir esta, o ponerlo en la página web de la boda si es que se tiene. Pero esto es otro tema.
3. ¿Y cuántas invitaciones mando? Una vez se tiene la lista de invitados, lo normal es enviar una por pareja, aunque si los dos miembros de la pareja son amigos de los novios lo suyo es mandarle una a cada uno. Al total de esta lista habría que sumarse entre 10 y 20 invitaciones de reserva para invitados de última hora.
4. ¿Las hago yo o las encargo? Hay muchas novias que han sido tocadas por la varita del arte DIY. Si tienes tiempo y ganas, esta es una opción por la que declinarse. Otra de ellas es, encargar sólo el diseño y tú imprimirlas y adornarlas a tu gusto. Pero si quieres olvidarte de todas estás cuestiones creativas y quieres unas invitaciones realmente únicas y especiales, puedes dejarlo en manos de Print the Legend. Sólo necesitamos que nos cuentes tu historia y del resto ¡nos encargamos nosotros!
5. Ayh, ayh, ayh, ¿y con cuánto tiempo las envío? Lo normal, y para no andar con agobios ni sorpresas, es que las invitaciones se manden con unos 2-3 meses de antelación. Piensa en tu amigo hippie que se marchó a la India de vacaciones, se encontró a sí mismo, se quedó a vivir allí y ahora tiene que organizarse el viaje, o en aquella amiga trabajólica, que tiene que dejar todo preparadito en el curro para poder faltar ese día. Por tanto, si te has decidido por encargar las invitaciones, lo ideal es encargarlas 2 meses antes de la fecha en que las vayas a enviar.
¡Y hasta aquí mis consejos! Podéis encontrar muchas más invitaciones legendarias en nuestro web, wwww.printthelegend.es. Y si tenéis alguna duda o simplemente queréis decirnos ¡hola! nos podéis escribir a: hola@printthelegend.es
¡Espero haberos servido de ayuda!