12 meses antes:
Es el momento perfecto para establecer un presupuesto. Para mi es la peor parte o al menos, la que más cuesta. Es muy importante que seáis realistas en este punto, porque un mal cálculo puede salir caro. ser millonarios para poder disfrutar de una boda increíble, así que mi consejo es que no tiréis la casa por la ventana para poder hacer frente a todos los gastos, se pueden hacer maravillas con muy poco. El primer paso es tener claro cuánto dinero estáis dispuestos a gastar. El segundo, hacer una lista con las personas que queréis invitar. Lo sé, este punto es siempre algo conflictivo. ¡Ojo! no hablo de una lista oficial ni definitiva, se trata de un borrador donde no importa tanto quiénes la ocupan sino cuántas personas, ya que de esto dependerá la capacidad del lugar para la ceremonia o el banquete. Una finca con capacidad para muchas personas cuando sois muchas menos no tiene ningún sentido. Otro lugar que reúna las mismas condiciones pero más pequeño, también será más barato.
Mi consejo: Cuando tengáis la lista definitiva, no asignéis un lugar determinado a vuestros invitados en la mesa. Es mejor que ellos mismo elijan su sitio dentro de la mesa que habéis seleccionado para ellos. Puede ser que existan rencillas entre unos y otros que vosotros no conocéis o cualquier otro motivo por lo que así os evitaréis posibles problemas.
Otro punto importante, elegir la fecha. ¿Verano o invierno? ¿De día o de noche? Una vez tengáis clara esta cuestión, sólo os queda reservar el día. A priori puede resultar algo precipitado elegir una fecha con un año de antelación pero dependiendo de la fama del lugar y también de la estación del año en la que os caséis podéis encontraros con que ya no disponéis de fechas libres.
Ahora toca definir el estilo y con ello, la gama de colores. Esto tiene mucho que ver con el lugar elegido puesto que no será lo mismo una decoración en una finca al aire libre que en el interior de un hotel.
Mi consejo: crear un mood board, es decir, una especie de collage con aquellas cosas que no deben faltar en vuestra boda, os aseguró que será de gran ayuda. Además de esto, utilizar una libreta donde ir anotando todas aquellas ideas que vayan surgiendo y una carpeta donde guardar los contratos con los proveedores y demás facturas hará que todo sea mucho más fácil.
10 a 6 meses antes:
Comienza a pedir citas y visitar los proveedores, fotógrafo y videógrafo, música, peluquería y maquillaje, maestro de ceremonias, vuestro transporte, para vuestros invitados, etc.
Es el momento de elegir el vestido de novia y los complementos. ¿Por qué con tanta antelación? pues porque si tienen que hacerle arreglos, te asegurarás que puedan estar listos sin prisas.
Mi consejo: opta por un diseño cómodo. Hay vestidos muy bonitos pero nada prácticos, piensa que lo llevarás puesto durante muchas horas.
También es hora de buscar el detalle perfecto para vuestros invitados. Sea lo que sea, os recomiendo algo que les pueda resultar útil y les haga acordarse de vosotros y no algo inservible que acabe en un cajón o lo que es peor, en la basura.
6 a 3 meses antes:
¿Por qué no ir pensando en vuestra luna de miel? Podéis preparar el viaje de novios vosotros mismos bicheando en internet o bien a través de una agencia de viajes. Si lo hacéis por vuestra cuenta, no os olvidéis de incluir en la reserva del hotel una nota especificando que estáis de luna de miel. Por regla general, los hoteles tienen un detalle especial con los recién casados.
Es también el momento en el que el novio tiene que ir pensando en buscar un traje y los complementos que vaya a llevar el día de la boda ¿Corbata o pajarita?
Además, tenéis que pensar en elegir e imprimir las invitaciones.
Mi consejo: No olvides incluir una fecha límite en la que todos los invitados deben haber confirmado su asistencia, además de indicar la forma en la que deben hacerlo (vía mail, whatsapp, sms, teléfono...) La mayoría de los catering, por no decir todos, te hacen firmar un documento en el que admites conocer las incompatibilidades alimenticias de tus invitados así que "puestos a imprimir", junto a las invitaciones, incluye unas tarjetas preguntando si alguno de ellos es vegetariano, celíaco o alérgico a algún alimento.
3 meses antes:
Dedica un día a recopilar las direcciones postales de tus invitados y otro a ensobrar y llevar todas las invitaciones a Correos. Si te casas fuera de España o o tu pareja es extranjera, te recomendando que las envíes un poco antes.
Mi consejo: Coloca las tarjetas adicionales (por ejemplo, el mapa y la información hasta el lugar o el número de cuenta) en el frente de la invitación para que cuando lo abran se vea completa.
2 meses antes:
Toca salir a la calle a buscar aquello que os mantendrá unidos para siempre, las alianzas. Y no me olvido de la tarta, la decoración floral y el ramo de novia. Quiero hacer especial hincapié en las flores. Aunque hoy en día se pueden conservar perfectamente en cámaras, hay que tener en cuenta la temporada. Esto delimitará en gran medida el precio, puesto que si optas por peonías en invierno debes saber que te pueden costar un buen dinero.
Es hora de pensar en las canciones que van a sonar en vuestra boda. Crea un playlist con las elegidas y entrégala a la empresa de sonido que hayas contratado.
1 mes antes:
¡Empieza la cuenta atrás! Ya sólo queda un mes para el gran día. Prepárate para una nueva visita a la imprenta. Ahora es el turno de las minutas, el seating plan y toda la cartelería.
Con los nervios, es probable que hayas perdido algo de peso así que es el momento de realizar la prueba final del vestido.
Mi consejo: ¡Haz las maletas y disfruta de un fin de semana de relax! Nada de hablar de bodas ¡Queda prohibido!
El día antes:
Como dice el refranero popular que es muy sabio, "el pescado ya está vendido". Es el momento de poner a punto la manicura y pedicura. ¡Relájate y trata de dormir lo más posible para que no amanezcas con cara de cansada.
Mi consejo: Disfruta a tope, es vuestro día y lo mejor es estar rodeado de las personas que queréis.