Las faldas en nude se unen a bodys de cuello redondo para evocar al tradicional vestuario de las bailarinas. Tampoco se olvida del gran auge que están comenzando a cobrar los brocados, pero siempre de una manera equilibrada con faldas lisas que no rompan la armonía con excesivos adornos. Encontramos esta última versión tanto en largo, como en corto, siempre al estilo Carol Hannah.
Al mismo tiempo, los cortes de sirena al estilo Carol Hannah mezclan telas satinadas con escotes en corazón fruncidos y la inspiración griega continúa presente mediante tejidos muy ligeros que se superponen entre sí.
El azul es otro de los tonos clave para las novias poco convencionales, a base de adornos de tul fruncidos que dan un toque diferente al diseño.
Fotos: vogue
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