Cómo os expliqué en el post anterior, viajamos a Bangkok con la compañía KLM. Fueron 15 horas de vuelo, de Barcelona a Amsterdam y de Amsterdam a Bangkok, y aunque, hagas lo que hagas, llega un momento que se hacen interminables, he de reconocer que las azafatas consiguieron hacérnoslo más agradable con sus continuos mimos y detalles.
Debían ser los ojitos de enamorados, el brillo de las alianzas, la sonrisa permanente o que les extrañó que viajáramos separados. El caso es que nada más despegar rumbo a Amsterdam, la azafata quiso cambiarnos de sitio para que viajásemos juntos y ante nuestra amable negativa (queríamos viajar separados y ahora os explicaré por qué) nos trajo una bandejita con cava y bombones. Imaginaos la cara de sorpresa que pusimos mi marido y yo.
¿Y por qué quisimos viajar separados por un pasillo?
Aunque mires películas, escuches música, leas un libro, pegues una cabezadita, 15 horas en un avión, viajando en clase turista, se acaban convirtiendo en una pesadilla. Por experiencia sé que ante un largo viaje en avión es mejor elegir el asiento que queda justo al lado del pasillo. Quizá no sea lo habitual si viajas de luna de miel pero así te garantizas estirar con facilidad las piernas y levantarte siempre que quieras para ir al wc. Parece una estupidez pero os aseguro que no lo es.
Es el mejor consejo que puedo daros. Si podéis elegir asiento, ¡elegid pasillo!
Otros de los consejos que os puedo dar si estáis pensando en hacer un viaje tan largo:
Llevad una chaqueta o suéter de manga larga. Aunque al subir al avión encontraréis una manta y almohada de cortesía, no será suficiente para evitar quedaros congelados en el avión. Es increíble el frío que hace en esas alturas.
Echad el ebook, la tablet o la consola en el equipaje de mano. Lo que sea para manteneros distraídos porque, tendréis tantas ganas de llegar a vuestro destino, que las horas volando se os harán eternas.
No olvidéis la dormidina. Aunque seáis unas marmotas o trasnochéis el día anterior (no os lo recomiendo porque llegaréis muertos de cansancio a vuestro destino), os aseguro que os será complicado dormir en esa butaca tan incómoda.
Y, aunque en ese momento no os apetezca, os recomiendo también que bebáis y comáis todo lo que las azafatas os ofrezcan durante el viaje así se os hará más ameno.
Barcelona - Amsterdam: 1h y 46 minutos
Espera: 1 hora y 50 minutos
Amsterdam - Bangkok: 11h y 24 minutos
Total: 15 horas
¡Por fin aterrizamos en Bangkok!
Desembarcamos y, antes de recoger nuestra maleta, nos dirigimos a la cola de Inmigración. El corazón se me empezó a acelerar. Tenía dos grandes preocupaciones desde que habíamos salido de Barcelona. La primera, si en Inmigración me podrían algún problema con la foto del pasaporte (en la foto llevo gafas y al entregarme el pasaporte renovado aún recuerdo que la funcionaria de la Comisaría casi me denuncia a la CIA) y, la segunda, si el guía que habíamos contratado nos estaría esperando pues tres semanas antes de viajar a Tailandia, la agencia y la mayorista a la que habíamos contratado el viaje cesaron su actividad y, si no hubiese sido porque la agente de viajes era mi buena amiga Beatriz yo no sé que hubiese sido de nuestra luna de miel. Siempre le estaré eternamente agradecida por su profesionalidad y por su paciencia.
¡Primera prueba superada! Ya teníamos nuestro visado y nuestra maleta así que salimos a la terminal dónde nos estaba esperando nuestro guía con una sonrisa de oreja a oreja y un cartel que ponía: Familia Gea-Muñoz.
¡Menudo alivio! ¡Esos eramos nosotros!
Lo primero que nos dijo Annop, nuestro guía, fue Bienvenidos al país de la sonrisa y ¡qué gran verdad! Los Tailandeses siempre te reciben con una gran sonrisa. Salimos de la terminal dónde nos esperaban los 40 grados a la sombra de Bangkok y nuestro chófer quién no paró de sonreír durante los 10 días de ruta.
El primer día en Bangkok es un caos así que como a penas habíamos dormido y el guía sólo iba a acompañarnos al hotel, decidimos tomar una ducha y echar una siesta, antes de empezar a patear por la ciudad.
Eran las 12 de la mañana cuándo llegamos al Hotel Glow Trinity, un Hotel moderno de 3 estrellas situado en el barrio de Silom. En este distrito se encuentran los hoteles más solicitados y recomendados de las guías turísticas y el famoso mercado nocturno de Patpong con sus puestos y locales de ocio.
Al llegar a la recepción del hotel, mientras nuestro guía hacía el checking, nos ofrecieron un té helado y, al subir a nuestra habitación, nos encontramos con nuestra primera sorpresa: nuestra cama estaba repleta de pétalos de rosa y en una de las mesitas nos habían dejado una cesta de frutas para darnos la bienvenida.
¡Un par de horas de sueño y salimos a descubrir el mercado nocturno de Patpong!
Patpong es el mercado nocturno más famoso y con más afluencia de turistas de la ciudad. Está situado en Silom, la zona con más vida nocturna de la ciudad y allí podréis encontrar todo tipo de artículos: falsificaciones de ropa, calzado y souvenirs.
En seguida nos perdimos por sus calles, repletas de comerciantes ansiosos por regatear pero, para que engañaros, también repletas de night-clubs, barras americanas y zonas de prostitución, dónde aunque fuésemos agarrados de la mano nos ofrecían todo tipo de shows (el más famoso el ping pong show) y servicios sexuales.
Si sabes a lo que vas no te llevarás ninguna sorpresa desagradable, al contrario, descubrirás pequeñas callejuelas apartadas del bullicio dónde los nativos beben, cenan y disfrutan de la noche en Bangkok. Nosotros tuvimos la oportunidad de comer en la calle como ellos y, pese a las advertencias que os hagan, os lo recomiendo.
Aquí comimos el mejor pato que probamos en todo el viaje (si, en este chiringuito ambulante la comida estaba riquísima) y bebimos nuestra primera Singha, una cerveza bien fresquita para soportar la primera noche de calor en Bangkok.
XOXOXO
Mari Carmen ?