Hoy quiero mostraros otro detalle de nuestra boda.
Y es que aunque cada vez más surgen otras maneras de festejar la salida de los novios tras la ceremonia, mi marido y yo estuvimos de acuerdo en que queríamos que nuestros invitados nos tirasen puñados de arroz como toda la vida se ha hecho.
¿Por qué? Porque es la tradición, porque se tira arroz a los novios como símbolo de fertilidad deseándoles suerte y amor en su nueva vida como marido y mujer y porque las modas, modas son y cambian continuamente pero las tradiciones hay que intentar conservarlas.
Ni pétalos, ni confeti, ni globos, ni pompas de jabón, sólo arroz, hasta que un buen día, charlando, recordamos que nuestra fragancia favorita es la lavanda y decidimos que no podía faltar en nuestra ceremonia.
Preparamos pequeñas bolsitas de arroz y flores de lavanda seca y las depositamos en un baúl con imágenes de París para recordar, una vez más, a nuestros invitados que allí nos prometimos (podéis leer el post de la pedida aquí).
¿Y cuál fue el resultado?
Una pizca de tradición y una fragancia en estado puro. Eso fue lo que sentimos cuándo nuestros invitados nos lanzaron arroz y lavanda para festejar nuestro matrimonio.
Mari Carmen ???