Como en más de una ocasión os he dicho, lo mejor de este tipo de ceremonia es que no tiene estructura, y son los novios quienes la crean.
A pesar de ello, son varios los correos que recibo pidiendo una guia para orientarse y que la ceremonia no les quede ni demasiado larga ni se vaya en un abrir y cerrar de ojos. Por ello, hoy os cuento como estructuramos nosotros nuestra ceremonia, la cual dio como resultado 50 minutos que, dicho por muchos invitados, se pasaron muy amenos.
En nuestro caso, la estructura la marcó el concejal, adaptada por supuesto a nuestro gusto.
Comenzó dando la bienvenida a nuestros familiares y amigos e hizo una pequeña introducción haciendo referencia al dia en que nos conocimos. Para ello, dias antes, le pase un pequeño resumen de lo que habían sido nuestros 7 años de relación y él se quedó con los más significativo como: “Parece que fuera ayer aquel 26 de marzo en el que tumbados en la playa, Alex preguntó a Inma si quería ser su novia” o incluso recordó alguna bonita anécdota que vivimos en el camino de santiago.
Tras esa breve introducción que no duró más de 5 minutos, dio paso a Alex, quien nos tenía preparados a todos un emotivo discurso.
Tras las primeras lagrimas, el mar de llanto continuaba, con el discurso de amigos y familiares.
Pedimos que nos dedicaran unas palabras a nuestros hermanos, a la madre de Alex y a nuestros amigos de la infancia. Cada uno de ellos, nos dedicaron 5 minutos de discurso que ellos mismos habían escrito. Cada uno les dió un enfoque diferente, pasando de la formalidad y ternura de la madre de Alex, al cariño de nuestros hermanos, la emoción de mi amiga Maria y el toque de humor de los amigos de Alex. Aunque no estaba en el guión, dos amigas se unieron a los discursos dándome asi una sorpresa.
Terminados los discursos, era el concejal quien tomaba el micrófono. En esta ocasión, nos dió una serie de consejos para el matrimonio y nos dedico un precioso texto de Benedetti.
Hasta ese momento, podemos calcular que la ceremonia llevaba entre 30 y 40 minutos. Yo no os voy a mentir, para mi lo más importante de aquel día era la ceremonia y por tanto, que aquello se alargara no me suponía ningún problema.
En este punto, tocaba lo que toda ceremonia civil debe de contener, la lectura de los artículos del código civil y el intercambio de alianzas.
Aun así, también personalizamos la parte del Si Quiero, confeccionando nuestros propios votos. Fue en este momento, cuando sorprendí a Alex, cambiando mis votos por una canción que le canté a capella. Alex por su parte, me leyó unos preciosos votos.
Hasta aquí, la ceremonia podía darse por concluida, pero nada más lejos de la realidad. Nos hacía especial ilusión realizar algún rito aquel día, por ello, teníamos preparada la ceremonia de las rosas, de la que os hablo aquí. Una alternativa a este rito, es la plantación de un árbol, como os conté en este otro post.
Tras nuestro intercambio de rosas, llegó el tan esperado beso de marido y mujer y por tanto el fin de nuestra ceremonia.
Como os decía al principio, este guión es meramente orientativo, ya que cada uno hace la ceremonia a su gusto y preferencias. En este post, os daba una serie de consejos para hacer una ceremonia inolvidable para vuestros invitados.
Espero con el post de hoy, haberos aclarado un poco las ideas y que a partir de ahora veáis con más claridad como estructurar vuestra ceremonia.
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Fuente: este post proviene de Mi boda DIY, donde puedes consultar el contenido original.
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