1 Tener el trabajo que realmente te guste y te llene. Y de paso conseguir la estabilidad financiera suficiente como para ser una mujer libre que te permita realizar tus sueños. Así jamás podrás reprochar a nadie que no lograste tus metas.
2 Vivir sola e independiente. Vivir con responsabilidades es un buen entreno para la vida adulta y mucho más para el matrimonio. Sola está bien, pero si es con una buena amiga, ¡mejor!
3 Decorar tu nuevo hogar. No te prives del placer de decorar tu casa como te da la gana. Salir a comprar algún objeto absolutamente prescindible, pero ¡tan moooono!, y colocarlo donde te de la gana.
4 Viajar lejos con amigos. Ese viaje que siempre has soñado hacer…¡es el momento! Planifica tu escapada al otro lado del mundo o sencillamente cerca de la playa, eso sí, con juerga histórica incluida.
5 Vivir un hobbie a fondo. Ya tienes la suficiente edad y dinero como para entregarte enteramente a tus pasiones. Si quieres aprender a hacer paracaidismo o tocar el violín como una loca, ¡adelante!
6 Pasar un San Valentín con tus mejores amigas. Teniendo en cuenta que los próximos 14 de Febrero esta fecha estará reservada a tu media naranja, ¡te toca pasar una noche loca con ellas, por supuesto con pelis románticas (algunas lacrimógenas, ¿por qué no?) acompañada de palomitas y chocolate. Un plan para recordar.
7 Ponerte ropa interior desparejada (y vieja). ¡Vamos! No nos engañemos, todas tenemos esa braguita o camisa que nos encanta aunque tenga más bolitas que un viejo cojín. ¡Es tan confortable! (Mientras nadie la vea, todo irá bien)
8 No tener que pensar qué hago hoy de comer. Nada mejor que comer cuándo, qué y lo que nos de la gana, y lo mejor, ¡directamente de la cacerola si hace falta! Ya vendrán los tiempos más formales en mesa para dos.
9 Aprender a quererte y mimarte. Antes de que alguien te cuide, ¡hazlo tú misma! Nada mejor que escuchar nuestro cuerpo, meditar sobre la vida, probar un nuevo tratamiento para la piel o bañarse con pétalos de flores. Nunca lo repetiremos lo suficiente, para poder querer bien a tu otra mitad, primero ámate a ti misma.
10 Pasar tiempo con la familia. Comidas dominicales, paseos con los primos, confidencias con tu hermana, confesiones con tu padre, ¡todo lo que no hagas ahora para construir una buena relación con los tuyos serán los reproches y penas del futuro! Recuerda, no hay nada mejor que el amor de los propios, así que ¡a practicarlo siempre que podamos!