Siempre he sido de las que prefieren el calor al frío, y, desde luego, la idea de casarme en un futuro va ligada, en todo caso, a un clima cálido y a una ceremonia sino en la playa, sí muy en la línea del estilo playero, ibicenco..informal. La idea me parece más espontánea, sencilla y divertida. Pero he de reconocer que al ver ciertos reportajes de una boda fría, como éste que les presento en pleno Colorado, en USA, me quedo boquiabierta...
La belleza es absoluta.
Una boda fría es sinónimo de contraste de colores, texturas...la madera con la nieve, los trajes de novios rematados en unas botas camperas para poder caminar sobre ella, o los detalles típicamente invernales como el ramo de acebo o los momentos rústicos que retrata el fotógrafo Aaron Delesie, son dignos de mencionar.
¿Os apetece, viendo estas fotos, casaros en un lugar nevado?
Imágenes. Aaron Delesie Blog