Ayer fue un día muy especial para mi ya que, como sabéis, vio la luz un proyecto en el que he puesto toda mi ilusión en las últimas semanas. Podéis leer el post aquí.
Así que como estoy algo sentimental, hoy me gustaría compartir con vosotros un capítulo más de mi diario de bodas.
Cuando empecé a preparar nuestra boda, busqué inspiración en millones de blogs y entre todas las ideas que encontré hubo una que supe des del principio que no podía faltar en nuestra boda: el photocall.
Y es que me parece que es una idea muy divertida, una forma diferente de conservar fotos de los invitados y, sobre todo, una forma de pasarlo bien durante el baile sin tener la necesidad de estar dandolo todo en la pista de baile.
Una vez lo tuvimos claro los nos pusimos a mirar fondos para nuestro photocall.
Los precios eran elevados así que, después de darle muchas vueltas al asunto, finalmente apostamos por encargarnos nosotros mismos de todo.
Compramos una tela de cortina en Ikea para usarla como fondo de nuestro photocall y sombreros, gafas, pizarras, abanicos y otros accesorios en el bazar chino y en Party, la tienda de disfraces.
Tampoco faltó el famoso atrezzo. Pusimos bigotes, labios, pipas, gafas hechos con goma eva y palitos para que nuestros invitados pudiesen divertirse haciendose fotos en el photocall.
Y una cámara desechable para que nuestros invitados pudiesen dejarnos un recuerdo divertido con sus fotos haciendo el payasete.
¡Y fue un éxito!
Nuestros invitados se lo pasaron en grande en nuestro improvisado photocall. Aquí podéis ver el resultado.
Fue muy divertido. La única pega que tengo es que mi marido no posó en el photocall y no tengo ningua foto divertida con él. :-(
Mari Carmen ???