Los vestidos de novia inspirados en los 80 tienen gusto por el exceso
Los diseños predominantes durante la década de los ochenta nada tenían que ver con la discreción y la simplicidad de otras épocas. En este periodo se persigue lo exagerado, mediante superposiciones infinitas de tul y velos y colas kilométricos. El corte imperante es el de princesa, por lo que las faldas se caracterizan por grandes volúmenes, siendo abullonadas y vaporosas.Las mangas se alargan y se introducen grandes hombreras que aumentan su volumen, creando figuras de inspiración muy barroca. Los pliegues, fruncidos, pedrerías, etc, se aglomeran en el cuerpo para dar lugar a elaborados diseños, mientras que el encaje se muestra de manera más comedida.
Es habitual que los escotes sean en V e, incluso, se utilicen dos tipos de escote en uno, simulando una abertura pronunciada mediante transparencias, pero ciñéndose realmente como una gargantilla. El color solía ser un crudo, en ocasiones amarillento, o un blanco con brillo.
Cómo llevarlo en la actualidad
En la actualidad, este estilo ha sido reinventado en varias ocasiones. Un ejemplo claro es la famosa Nicole Riche, que jugo con el tul y el volumen en su falda, así como la simulación de un doble escote para el día de su boda.Si no nos vemos favorecidas con los volúmenes que primaban sobre los hombros en esa época, podemos sustituirlos por el clásico palabra de honor y centrar toda la atención en la falda, mediante multitud de detalles o juegos de formas, volantes, plisados y volúmenes. Así, conseguiremos ese efecto de princesa tan admirado entonces, pero adecuándolo a las tendencias propias del presente.
Agradecimientos: Zankyou, The Sun, Love inspire create, Wedinator I can has cheez burger, The sun kissed me, Nicolle Saylor, Blujay y Take40.