Lo primero, decidid si solamente queréis cumplir con los trámites legales, reduciendo la boda a la firma en el juzgado, o, por el contrario, queréis también una celebración festiva con vuestra familia y amigos, en el restaurante del convite, en el jardín de casa o en la playa... En un rincón que os resulte atrayente y emotivo.
En cualquier caso, en la CAV para iniciar los trámites hay que ir al Registro Civil para abrir el expediente matrimonial. Hay al menos registro en cada término municipal y están a cargo de los Jueces de Primera Instancia. En las localidades en las que no hay juzgado de Primera Instancia, son los Juzgados de Paz los que asumen las competencias del Registro Civil. Estos son los documentos que os pedirán:
1. La solicitud que os facilitarán en el Registro Civil
2. Certificado literal de nacimiento de ambos contrayentes (si ambos nacisteis en la CAV)
3. Certificado de empadronamiento de los dos últimos años de ambos contrayentes (se pide en el ayuntamiento correspondiente)
4. DNI o pasaporte original y fotocopia
5. DNI o pasaporte original y fotocopia de dos testigos mayores de edad, que deberán comparecer el día que os den cita para celebrar el matrimonio. Algunos Registros Civiles tienen tal carga de trabajo que dan también cita para la entrega de la documentación. Tened también en cuenta que tanto el certificado de nacimiento como el de empadronamiento tienen que tener una antigüedad no superior a los tres meses. Una vez has entregado la documentación en el Registro Civil ya no tiene caducidad.
El inicio del expediente matrimonial debes realizarlo en el Registro Civil que te corresponda por domicilio o donde tengas tu residencia habitual. Si cada uno estáis empadronados en poblaciones distintas, podéis elegir la que prefiráis. Si deseáis celebrar la ceremonia en el juzgado de cualquier otro municipio, tenéis que solicitar el traslado del expediente.
Una vez entregada la documentación e iniciado el expediente, os darán cita previa para la celebración de la ceremonia del matrimonio civil en la que participaréis contrayentes, testigos y autoridad competente (Juez/a, alcalde/sa o funionario/a).
Durante el acto, os leerán los artículos 66, 67 y 68 de Código Civil y os preguntarán si consentís contraer matrimonio. Cuando respondáis afirmativamente, se os declarará unidos en matrimonio y tanto vosotros, como los testigos y la autoridad que haya celebrado la ceremonia firmaréis el acta correspondiente.
En la inscripción de matrimonio constará la hora, fecha y lugar de la ceremonia, datos de identidad de las personas que contraen y de la persona autorizada para la celebración del acto.
Este trámite es gratuito y en la mayoría de los casos se celebra en días laborables, de lunes a viernes, en las oficinas de los Registros Civiles o locales del Ayuntamiento autorizados y acondicionados para ello.
Hasta ahora hemos visto los pasos para la celebración legal del matrimonio. ¿Y si queremos una ceremonia festiva en un lugar de nuestra elección? ¿Podemos casarnos en el hotel donde haremos la recepción? ¿En los jardines del restaurante? ¿En la calita aquella tan preciosa que nos encantó?
Como ya hemos visto, la boda legal se celebra en los Registros o los Ayuntamientos.
En estos casos, se suele recurrir a un maestro de ceremonias que os ayude a escenificar vuestro compromiso a los ojos de vuestros seres queridos. A menudo suele representar esta función un amigo o un familiar. Sin embargo, muchos novios desean dotar a la ceremonia de verosimilitud y confían en un maestro de ceremonias profesional.
Ahí es donde empieza mi trabajo. Desde el momento en que unos novios contactan conmigo, comienzo a visualizar la boda que quieren, que les "pega", que les vendrá "como anillo al dedo"... y nunca mejor dicho.
Hablamos, nos conocemos, profundizo en sus gustos y expectativas. Doy ideas, incorporo sugerencias, trazamos un plan y dibujamos un esbozo. Organizamos el ritmo, el contenido, la duración... todo.
Porque ese día es para que lo disfrutéis. Vosotros sólo tenéis que saborear cada instante, sin preocuparos de nada más. Es vuestro día. Y yo me encargo de que la ceremonia salga "bordada".