Hace apenas diez meses, celebraban una ceremonia por lo civil que dio mucho que hablar, primero por el dress code que exigieron los novios, chisteras para ellos y sombreros para ellas y porque veía la luz el vestido elegido por Lourdes, diseñado por ella misma cuando tenía 17 años y confeccionado por Pronovias.
Por fin y tras obtener Fran la nulidad de su anterior matrimonio con Cayetana de Irujo, han hecho realidad su sueño de casarse por la Iglesia (ambos son muy religiosos) y ha sido más especial aún hacerlo en la Capilla de Los Marineros, hermandad de la que el torero es costalero.
Como sucede en todas las bodas, el secreto mejor guardado ha sido el vestido de Lourdes. Desde que en el mes de abril de este año iniciara su andadura junto a su hermana Sibi como diseñadora de vestidos de novia de su propia firma Analilen se ha especulado en cómo sería su vestido.
Las primeras imágenes veían la luz tan sólo unas horas después del enlace. Lourdes ha sido fiel a su estilo natural y ha apostado por un look sencillo y romántico. Hace sólo unas semanas daba una pista de cómo sería, ?el vestido contiene un detalle de cada una de las ocho creaciones que comprenden la primera colección de Analilen?.
Siempre he defendido que cada novia tiene que reflejar su propio estilo el día de su boda aunque la elección del vestido puede acabar siendo más o menos acertada. En el caso de Lourdes, pienso que estaba guapísima, muy natural como decía antes y era evidente que irradiaba felicidad por los cuatro costados, sin embargo, el vestido no ha sido santo de mi devoción.
He de decir que el escote no terminó de convencerme, un escote cuadrado transformado en escote corazón gracias a unas gasas que nacían desde los extremos. La pedrería tampoco me gustó. Del cuerpo y las mangas, colgaban algunas lágrimas de cristalque no me parecieron del todo acertadas. En su lugar, hubiese preferido un cuerpo drapeado y no piezas de cristal salteadasque no tenían ni chicha ni limoná. La falda tenía una gran caída que terminaba en una discreta cola pero sin gracia ni cuerpo.
Lourdes completó el look con un moño alto, diademaplateada y velo Julieta (años 20) recogido con un broche de inspiración vintage.Para mi gusto, un moño demasiado alto para ese tipo de velo que pedía un recogido más a la altura de la nuca.
Los zapatos podíamos verlos algunas horas antes de la boda gracias a una imagen que compartía la propia Lourdes en su blog. Un diseño propio en ante de la firma Uniqshoes con unos pequeños adornos de cristal en la parte delantera a juego con el cuerpo del vestido. El detalle que los hizo únicos, los nombres de los novios, fecha y lugar del enlace, grabado en el interior de los zapatos.
En mi opinión todas las expectativas estaban puestas en su vestido, por ser su mejor carta de presentación, su publicidad entre las novias que buscan el vestido con el que hacer realidad su sueño y dejó mucho que desear.
¿Qué os ha parecido a vosotras?
Imágenes: Hola y Telva