En esta ocasión Sonia y Simón querían una boda familiar, sencilla sin renunciar a la elegancia. Una suite en la zona del Spa fue la elegida como habitación de los preparativos de la novia. Perfecto para quitarse los nervios previos al si quiero.
Simón no pudo esperar al altar y vino por sorpresa a recoger a la novia a la propia habitación. El momento del first look estuvo lleno de emoción.
Un boogie nos esperaba para llevarnos al lugar elegido para la ceremonia. EL cielo del Beach Club, un entorno con unas vistas privilegiadas al atardecer y perfecto para una ceremonia con la familia y amigos más cercanos.
Un guitarrista nos ambientó en directo, y la preciosa ceremonia dio pasó a un cocktail con el entorno de la sala de lectura.
Cada uno de los lugares de este emblemático hotel son para saborearlos con calma.
Esperamos poder volver pronto.