¡Hoy vengo con un post muy divertido! Y es que si de normal en mi vida tengo muchas anécdotas no podían faltar en el día de la boda... ¡Espero no dejarme ninguna!
Si no recuerdo mal la primera llegó cuando mis sobrinos aparecieron en acción, los prendidos se los pusimos a ellos, Toni no quería llevar y si él no lleva el padrino tampoco, pues uno de los prendidos duró 2 minutos puesto, y es que los niños no se están quietos nunca! Suerte que Nuria que se encontraba ahí recogió las flores que se habían caído y se lo volvió a poner todo bien en un pis pas.
¿La de que confundieron mi vestido con un pañuelo gigante os la he contado ya verdad? Pues si, a una se le cayeron unas lagrimitas y justo cuando entraban mi vestido las allí presentes pedían un pañuelo a voces. Su inocencia les hizo pensar que lo que entraba por la puerta era el pañuelo... Niños!!! Jajajaja!!!
A la salida de casa me esperaba una traca larguiiiiisima, en Valencia hay mucha tradición de tirar tracas en las bodas, nos encanta la pólvora!!! Lo normal hubiese sido esperar al coche en la puerta ¿verdad? Pues yo no, ni la persona que llevaba el coche ni yo lo pensamos, así que salí de casa y me fui hacia donde estaba aparcado, pero quieta!!! La calle estaba llena de restos de traca en llama así que corría peligro de que se quemase el vestido y mi hermano ni corto ni perezoso intentó cogerme en brazos para llevarme hasta el coche! Por supuesto no le dejé! Casi me da algo cuando lo intentó!!!
Lo normal en las bodas es que la novia sea la que llega tarde, pues queridas, en la nuestra no fue así... Vale, llegué un poquito tarde, pero solo 10 minutos, pero los que realmente llegaron tarde, y nada más que 30 minutos, fueron los niños y con ellos los anillos. Si, habéis leído bien... La persona que los llevaba fue la unica que escogió el camino alternativo al resto, ¿y que sucedió? pues que había una maratón en el pueblo, una avenida cortada, el coche atrapado allí y un policía majísimo que no les dejaba pasar aunque no viniese ningún corredor. Mi cara un poema...
Los pobres venían corriendo desde el parking todo lo rápido que les dejaban sus piernecitas! jajajaja!
¿Consecuencias de lo ocurrido? La canción de la entrada sonó sin que nadie avisase a Toni y su hermana de que empezaba la ceremonia, cada uno estaba en un sitio distinto y llegaron hasta el sitio esquivando a invitados! (Aquí te das cuenta de la importancia de una Wedding Planner)
Pero la gorda estaba por llegar, cuando llegué hasta Toni y todo daba comienzo no daba crédito a lo que veían mis ojos. ¿Peeeero qué es estooooo?
¡El ceremoniante iba a oficiar la boda sentado con su portatil delante! ¿Pero estamos locos? Os prometo que en ese momento lo fulminé con la mirada y si hubiese podido me lo como con patatas! ¡Queda horrible un ceremoniante sentado! Por supuesto al finalizar expresé mi descontento, pero creo que con eso se quedó... El sofoco me lo llevé yo.
Pero si creéis que aquí termina todo estáis equivocadas, la semana que viene os traigo la segunda parte ¡lo prometo!
¡Os deseo un feliz puente! ¡Besitos!
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