El día de la boda lo pasamos corriendo detrás de los novios, intentando que no se escapen momentos, miradas, gestos, abrazos... así que cuando tenemos un ratito para fotografiar todos los detallitos que adornan mesas, jardines y regalos, resulta un verdadero placer. De pronto tienes un momento para preparar la foto, elegir el objetivo, buscar un encuadre y... disparar. Y lo que es mejor, si no te ha salido bien la foto poder repetir! (cosa que si es en el momento de los anillos o de la salida de la cermonia resulta imposible!!).
Como os podréis imaginar lo que mas nos gustan son los detalles sencillos, en los que se nota el gusto de los novios, originales y bonitos.
Como estos...