Y no solo es un elemento importante porque endulzan los bailes de los tuyos, sino porque se mimetiza con la decoración que has escogido para tu día y ya hasta se convierten en verdaderas obras de arte. No se trata solo de poner cuatro regalices en un tarro de cristal con un cartelito. No.
A mí me encantan, de hecho, me encantaría poder crear esas maravillas que vemos por internet, y os prometo que voy a conseguirlo. De momento, he hecho una, muy muy muy modesta y prácticamente eran cuatro regalices en un tarro de cristal con cartelito. Pero por algo se empieza, ¿no? La hice para el cumple de mi amiga Esti y aunque visualmente no es super super bonita, las chuches triunfaron, que era la principal intención. ¿Queréis verla? Me da un poco de vergüenza pero aquí va.
¿Qué os parece? Bueno, ya os he dicho que no era la crème de la crème, pero bueno, yo me sentí bastante orgullosa porque es la primera que hago. Además, los pinchitos de nubes iban en en tarro del fondo, donde están los ositos de gominola, y los ositos en otro tarro precioso que se rompió accidentalmente cuando lo estaba preparando. No sé qué pudo pasar, vino el hada mágica de los cristales rotos y decidió que ese tarro era muy bonito como para que estuviera de una sola pieza, total, que lo convirtió en 200 piezas pequeñitas. Muy maja el hada esta. Así que hice un reajuste de tarros y tuve que utilizar vasos de cerveza del bar para poner las nubes ensartadas. Lo dicho, que mejoraré y para mi cumpleaños haré otra y os la enseñaré, a ver qué tal. Ya os cuento.
Bueno, pues después del rollazo habitual, os sigo contando. Como decía, las candy bar en las bodas ya viene siendo como el ramo de novia. Que vale, puedes ser muy hipster y no llevar ramo para ir a contracorriente (ya sabéis que me encantan las contrascorrientes), pero ahora mismo, si voy a una boda y no tiene su correspondiente candy bar en el baile, me llevo una decepción enorme. Me faltaría algo, ¿no os parece?
Sin embargo, podéis ser muy hipsters y no poner un buffet de dulces sino de otra cosa. ¡Claro! El caso es que haya una mesa con cosas diferentes para elegir. Pues veamos cuatro alternativas al candy bar.
Buffet de quesos
Quizá no es la mejor opción para poner esta mesa en el baile para que nuestros invitados vayan picando algo. Imagina el olor a pies, jaja. Pero este buffet puede ponerse durante el cóctel o en un sitio estratégico para utilizarla de recena. Ya sabes, cuando llevas un par de horas bailando y bebiendo, un trocito de queso viene que ni pintado.
Claramente, esta mesa es para los amantes empedernidos de los quesos, o para las bodas rústicas, p las que se celebran en un lugar donde haya quesos buenísimos. Si os apetece esta opción no olvidéis que los invitados se han puesto monísimos para ese día, o incluso vosotros, así que aseguraos de que está cortado en trozos de bocado, no creo que a tu prima le guste mucho tener que ponerse a cortar queso cuando acaba de gastarse 50 euros en la uñas de porcelana. Y acordaos de que el queso va muy bien con higos y uvas, así que ponedlo en la mesa y también os servirá de decoración comestible.
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Buffet de palomitas
¿A quién no le gustan las roscas? ¿Qué son las roscas? Son palomitas en canario y a mí me chiflan. No hay nada que apetezca más a la hora del baile que un buen puñado de roscas.
Este buffet es uno de mis favoritos, y no solo porque me encante anestesiarme la boca con la sal de las roscas, sino por la versatilidad que tiene. Se pueden poner grandes tarros y bolsitas o cajitas personalizadas para que cada invitado se sirva a su gusto, o se pueden poner porciones individuales para que no haga falta estar sirviendo. Como hice yo en el cumple de mi amiga, que pusimos las palomitas dentro de vasitos de plástico de colores.
Además, ya sabéis que no solo las hay dulces y saladas, hoy en día hay de montón de sabores y colores, con lo que puede quedar una mesa impresionante, si te lo curras bien.
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Buffet de galletas
Ya sabemos que ahora en las candy bar casi siempre hay un hueco para cupcakes, macaroons e incluso galletas. Pero ¿por qué no hacer un buffet solo de galletas, por ejemplo? ¡Claro! Es una idea genial si os encantan las galletas.
Esta opción me parece particularmente buena porque se puede involucrar a personas importantes de tu familia o amigos que quieran participar en tu boda y no sabes cómo. Aquellos a los que no se les de del todo mal la cocina puede hacer una tanda de galletas del tipo que quiera para luego exponerlas en la mesa y que el resto de invitados las pruebe. Es perfecto porque si se guardan bien, se pueden hacer un par de días antes y así no están con el estrés del mismo día cocinando.
Hay recetas de galletas muy muy fáciles y salen buenísimas, así que también pueden participar niños con la supervisión de sus padres, claro, y seguro que les hace mucha ilusión ver cómo gusta su creación.
Además, puedes poner cajitas o bolsitas para que los invitados se lleven su selección a casa si no les apetece en ese momento.
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Buffet de frutas
Sin duda el buffet más sano y refrescante que puedas poner. Sobretodo para esas noches de verano donde hace un calor que te mueres. Eso sí, igual que los quesos, toda la fruta cortadita para comerla de un bocado y colocada por colores. Aunque también está la opción de poner vasitos con una selección de frutas dentro, es más cómodo y posh, pero de la otra forma queda más bonito visualmente.
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Me ha encantado hacer esta entrada. ¿Queréis saber por qué? Es que tengo tres super razones:
? Mientras la hacía, se me ha ocurrido otra entrada sobre diferentes tipos de mesa para el cóctel.
? Me han dado aún más ganas de hacer mesas de dulces, de salados y de todo. Mesas temáticas.
? Me ha entrado un hambre increíble, así que me voy a rebuscar en la nevera a ver qué encuentro.