Hoy os cuento otro capitulo de mi sueño hecho relaidad, la boda de Nati y Abel. Hace unas semanas os hablaba de la temática elegida por Nati para sorprender a su chico, y os enseñé como la aplicamos a la decoración de la hacienda. Hoy os traigo dos rincones más de esta preciosa boda: el Photocall y el Candy Bar.
El photocall nos trajo más de un quebradero de cabeza. La idea inical era un fondo hecho con pompones mint, el color principal elegido para la boda, pero no fue tarea facil encontrar el papel de seda en ese color. Finalemmte, y tras conseguir comprarlo, se nos presentaba otro problema.
El baile sería en el mismo jardín donde empezaría el coctel de bienvenida, y la idea era que los invitados no vieran el photocall hasta despues del postre, por lo que debiamos hacerlo de forma que se pudiera tener preparado para ese moemnto pero escondido, es decir, nos implicaba crear una estructura móvil para ello.
Asi que tras dias y dias de diseño y rediseño, el photocall definitivo nada tenia que ver con la idea inicial, pero lo cierto es que el resultado gustó muchisimo.
Usamos papel crespón para las tiras, pompones para formar el corazón y algunos vinilos para continuar con la temática de la boda. Junto a él colocamos una mesa con los atrezzos para que los invitados de sirvieran.
Por otro lado, preparamos en el centro del jardín un carro con el Candy Bar que no pasó desapercibido en ningún momento.
A todo esto, ya solo le faltaba la buena música, que estuvo presente todo el tiempo, y que los novios y los invitados lo pasaran en grande.
¿Que os parece?
Imágenes de Toñi Olalla
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