Es cierto que esta fiesta bonita, bonita, no es. Es más bien fea, pero divertida. Mortífera. Nos ponemos todos (los que quieren) muy terroríficos, pero lo pasamos muy bien, oye.
Por lo general, Halloween no es un tema muy recurrente cuando hablamos de tematizar una boda, pero hay gente que realmente lo vive como la gran fiesta del año. Si eres uno de ellos y encima te casas y has decidido hacerlo por estas fechas, ¿por qué no haces que tu boda gire en torno a las calabazas, colores anaranjados, farolillos?
A ver, soy consciente de que la inmensa mayoría de novios no quieren que su boda tenga nada que ver con muerte, calabazas, negrura, ni fiestas populares americanas. Peeeero, ya sabemos que hay gente muy especial (en el buen sentido) que sí que disfrutaría mucho rodeada de cositas halloweenianas el día en que unen su amor. Además, nadie ha dicho que tenga que quedar cutre, ni terrorífico.
Para todos ellos va esta entrada. Unas cuantas fotitos que he encontrado en internet para que os inspiréis y os quede una boda de miedo.
Como vemos en estos detallitos, centrar tu boda en Halloween no tiene por qué dar mal rollo. Se puede hacer con buen gusto. Vale, reconozco que esto no es halloween-halloween, es más bien otoñal, calabazaico. Pero ¿a que son monísimas? Me encantaaaaan, sería un regalo super chulo para los invitados. En la tarjetita se puede poner el nombre de cada uno y la mesa donde van sentados. Eso sí, yo grabaría los nombres de los novios y la fecha en algún lado de la calabacita dorada.
El pasillo hacia el altar delimitado con una combinación de calabazas, libros y farolillos con luz naranja me parece una opción muy elegante y muy acertada si la boda se celebra en estas fechas. Además, ¿qué me decís del altar en sí? Unas escaleras con calabazas y macetitas con flores amarillas. A mí, la decoración de esta ceremonia me parece absolutamente preciosa.
Entrada a alguna zona de la boda limitada con enormes calabazas, sin más decoración ni adornos en ellas, ya con eso es suficiente. Ahora, si encontráis un arco de hojas con colores otoñales, dais en el clavo total.
Bueno, vale, todo esto que os he enseñado no es que de mucho miedo que digamos, pero es que en cierto modo, está relacionado. Cuando llega Halloween, es cuando se empieza a notar el otoño, con sus hojas rojas y amarillas, y el excedente de calabazas por todos lados.
Veamos, un árbol pelao, sin hojas, con
Y ahora el turno de las golosinas, ¡cómo no! Aquí es donde podemos explayarnos y poner todos los dulces terroríficos que se nos ocurra. Ya sabéis: trick or treat. Y como no me conformaba con una sola foto, comparto tres para que os deleitéis como lo he hecho yo.
Sabéis que con una mesa de dulces así los niños que haya entre los invitados os van a adorar y se van a acordar de esta boda durante el resto de sus vidas, ¿no? Y, bueno, esto también se aplica a los adultos, porque ya os digo que yo me volvería loca con esta candybar. El detalle de las calabazas apiladas y pintadas con la silueta del árbol tenebroso y la luna es sencillamente espectacular (aunque "sencillo" y "espectacular" sean palabras contrarias).
Esta mesa ya es algo más sofisticada, más delicada, como para un Halloween más adulto, ¿no os parece? La tarta tiene una pinta exquisita, además con el letrero de Love at First Bite, que en español no queda tan chulo: amor a primer mordisco. Es que da pena coger algo y estropear esta maravilla.
Y, bueno, esta idea me ha encantado. Bueno, si sois fieles lectores ya sabíais que poner una montaña de cupcakes en vez de tarta es una tendencia que me vuelve loca. Pues, si le añadimos un trozo de tarta real a la cima de la montaña para poder hacer un corte de tarta en condiciones con espada y nariz manchada, le suma muchos puntos. Y es que, si os fijáis, ¡es una tarta desnuda! Ideal de la muerte (juas juas), vamos. Ni que decir tiene que los detallitos de Halloween, hacen que esta maravilla sea perfecta para el tema que nos concierne en estos momentos. Además, mirad los novios, muertos y monísimos.
Como vemos, podemos centrar nuestra boda en Halloween sin que para ello tenga que haber sangre ni gente disfrazada ni música tenebrosa, si eso es lo que queremos. Podemos poner pequeños detalles con buen gusto que hagan sonreir a más de uno. Esta calabaza pintada de blanco con "hasta la muerte" escrito me parece una delicia. Me he dado cuenta de que las calabazas pueden dar mucho de sí.
¡Feliz Halloween a todos! Que tengáis una noche de miedo.