Antiguamente se creía que las hierbas aromáticas tenían poderes místicos y con ellos se alejaban los malos espíritus y se atraía felicidad a la pareja. Fue así hasta que la Reina Victoria se casó con Alberto de Sajonia en 1840, y se utilizaron flores frescas (caléndulas) para su ramo en vez de las tradicionales hierbas. Con este enlace, las flores pasaron a convertirse en mensajeras de secretos entre los amantes, intercambiándose flores según su significado.
Hoy en día nos centramos más en la parte estética a la hora de elegir un ramo de flores para la novia y dejamos un poco de lado las cuestiones místicas. Miramos el color, la forma o la combinación que quede perfecta con nuestro vestido.
Y aunque el significado no es el mismo, la tradición de llevar un ramo de flores sigue estando en el gran día.
¿Conocías la historia del ramo? ¿Elegiste o elegirás el tuyo por el significado de las flores?