"En la sencillez estás el gusto". Esta frase es conveniente tenerla siempre en mente. Seguramente, una mujer madura estará más elegante con un vestido de líneas rectas que con uno de princesa. Cuellos barco con mangas francesa que no enseñan mucho, pero dibujan la silueta de mujer. Puedes optar por un color más discreto, pero también te puedes permitir colores intensos o pedrería.
Si no quieres sacar a relucir el escote, un vestido con un drapeado lleno de caída es ideal. Este verde es suelto en la zona del pecho y su color es muy favorecedor. Otra opción son capas o mangas de tul que cubran la zona, como por ejemplo este de color rojo. ¡Son muy sensuales sin perder la sofisticación!
Si no os atrevéis con un palabra de honor, puedes optar por un escote ilusión con transparencias muy discretas. Por el contrario, si lo que no queréis marcar son las caderas, las faldas sueltas de tul o telas plisadas son perfectas. No se pegan al cuerpo y no os marcará aquello que no deseáis.
Si no tenéis ningún complejo, un vestido básico, recto y con pedrería es una de las opciones más elegantes. Si os gusta más lo clásico, el segundo vestido morado es el estilo que estáis buscando. Los colores morados y los azul noche es un opción de lo más acertada.
Si la boda es de día o no os gustan los vestidos largos, hay vestidos de cóctel con los que iréis estupenda. El primero en color verde es justo por la rodilla y su largura es perfecta, si os lo ponéis por debajo, lo único que conseguiréis será parecer más mayores. Si os acompleja la tripita os sentiréis mejor con un vestido con pliegues como el segundo o el tercero. ¡Lo disimularéis al 100%!
¿Qué te han parecido estos vestidos? ¿Con cuál irías a una boda?
Fotos: Pronovias, Aire, Adolfo Dominguez, Rosa Clará, Vicky Martín Berrocal.