En post anteriores os he dado ideas para decorar y montar vosotros mismos el Candy Bar. Hoy toca llenarlo de cositas para deleitar a vuestros invitados. Os traigo un DiY comestible, Oreos bañadas en chocolate blanco.
Ingredientes:
- 8-12 galletas oreo 300 g de chocolate blanco o candy melts blanco (Puedes usar chocolate con leche en lugar de chocolate blanco) - 50 g de manteca de cacao (opcional: Sirve para hacer más líquido el chocolate blanco. Si usáis chocolate blanco especial para fundir, no será necesaria. Si usáis candy melts, puede hacerse más líquido con un poco de aceite de girasol en lugar de la manteca de cacao ) - 1 lámina de transfer (opcional) - Equipamiento (opcional): Molde de silicona de 8-12 cavidades redondas. Preparación: Fundimos el chocolate troceado junto con la manteca de cacao en el microondas, programando de 30 en 30 segundos, y removiendo de cada vez. Debemos hacerlo con cuidado de no quemar el chocolate, ya sabéis que el chocolate blanco es más delicado y difícil de fundir. Ahora, la manera de trabajar en esta receta va a depender de si disponemos de molde o no. Si disponemos de molde, lo colocamos sobre una bandeja (para poder trasladarlo después sin que pierda forma). Cortamos círculos de la lámina de transfer del tamaño de las cavidades del molde y los colocamos en la base (con la parte rugosa, que es la que pega, hacia arriba). Vertemos un par de cucharaditas de chocolate sobre la lámina hasta cubrirla. Colocamos una galleta oreo encima, y terminamos de recubrir la galleta con otro par de cucharaditas de chocolate. Damos unos golpes suaves con la bandeja contra la mesa, para que el chocolate se distribuya bien en los moldes, y se rellenen todos los huecos o burbujas de aire que hayan podido quedar. Dejamos enfriar en el frigorífico. Una vez solidificado el chocolate, desmoldamos las galletas, y retiramos con cuidado la lámina de transfer despegándola (funciona como una calcomanía para chocolate). Conservamos las galletas en un lugar fresco hasta su consumo.
Si no disponemos de molde, bañamos las galletas en el chocolate, dejando escurrir el exceso. Disponemos las galletas en una lámina de papel de hornear. Con una espátula, las trasladamos a otra bandeja forrada con papel de hornear (es la única manera de que se elimine totalmente el chocolate sobrante). Cortamos el transfer en cuadrados del tamaño de nuestras galletas, y lo colocamos sobre cada galleta, presionando ligeramente con los dedos para que quede adherido ( la cara rugosa del transfer en contacto con el chocolate). Dejamos enfriar en el frigorífico. Una vez solidificado el chocolate, retiramos con cuidado la lámina de transfer despegándola. Conservamos las galletas en un lugar fresco hasta su consumo.
Y este es el resultado.
Es una idea genial porque además de ser super bonitos, son facilisimos de hacer ¿Os animáis?
Fuente: La receta de la Felicidad