En este idílico escenario, el fotógrafo Ramón Montesinos captó la esencia y la personalidad de la pareja. El resultado: un preboda encantador que hechiza a todo aquel que sabe apreciar el arte y la belleza de los momentos únicos.
Para DECORAR el escenario se recreó un picnic campestre, con mistela para beber y unas deliciosas cupcakes caseras.
ESTILO VINTAGE… No podía faltar la tradicional manta de cuadros y la cesta de mimbre.
Que este amor siempre brille con luz propia… ¡Enhorabuena Raquel y Carlos!
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