La novia iba espectacular con un vestido precioso de Jenny Lee, de escote en uve, espalda de encaje y con una gran lazada en la parte inferior. El ramo, de inspiración campestre se confeccionó en tonos naranja pálido, beige y blanco, muy acorde con el resto de la decoración.
Como es ya tan típico en Estados Unidos, toda la boda se celebró en la casa donde la novio pasó su infancia. Para la ceremonia, eligieron un rincón muy especial del jardín con dos grandes abedules de fondo como altar. El resultado fue puro romanticismo. ¿No os parece?
No fue una boda con demasiados invitados por lo que pudieron celebrar también el banquete, en una carpa, en el mismo jardín.
La decoración floral vintage, con el verde como protagonista, fue un gran trabajo de Pat’s Floral Design, a la vista está el resultado.
El baile tuvo lugar en el granero de la casa, previamente arreglado y decorado para la ocasión.
Las lámparas de araña en strass combinadas con la madera... ¡¡¡Nos encantan!!!
A la hora del baile, sacaron una gran mesa de galletitas caseras, preparadas por la tía abuela de la novia. Tomad nota, ¡Que delicioso detalle! Y para terminar el post nos quedamos con esta romántica imagen, con bengalas iluminando la noche, sencillamente perfecta.
¿Qué os ha parecido esta boda campestre? ¿No son de lo más romántico? Esperamos que os haya gustado, y que os sirva de inspiración...
¡Feliz semana!
xxx :p
Imágenes
Dominique Attaway (a través de Elizabeth Anne Dedings)