Ahora que hemos entrado en racha y los fotógrafos empiezan a entregar las fotos, os seguimos enseñando bodas de esta pasada temporada.
Hoy os traemos la boda de Esther y Carlos, una pareja muy pero que muy especial. ¡Lo que tuve que luchar con Carlos!…jajajajajajaja. Pero tengo que reconocer que es un verdadero cielo y le cogí muchísimo cariño.
Esther y Carlos eran una de las mucha parejas que llegan a nosotras de la finca La Chopera. Y como digo siempre, a pesar de ser un sitio realmente impresionante, todas y cada una de las parejas que se casan allí quieren dar su toque especial y hacer su boda un poco más personal, si cabe, con rincones en los que se vea un pedacito de ellos.
Y ¿qué os voy a contar de esta pareja?. Lo primero que puedo decir es que me he reído y mucho, aparte de que son tan cariñosos como agradecidos. Y de verdad, con esos detalles son con los que yo siempre me quedo.
De esta boda si tenemos que recordar algo son los litros, litros y litros de agua que nos cayeron encima. Juro que literalmente parecía que se estaba cayendo el cielo encima de La Chopera. Teníamos una nube anclada a nosotras que nos empapó literalmente en los primeros 30 minutos. Pero, como siempre, la suerte nos acompañó y la lluvia paró para que Esther y Carlos pudieran tener su boda CdB.
La decoración de boda de Esther y Carlos fue estilo rustic-chic: cajas de madera, encajes, faroles, y algo que para ellos era imprescindible: en su boda no podían faltar las margaritas azules.
Para el rincón de bienvenida utilizamos una ventana con malla de gallinero en la que pusimos los nombres de los novios junto a un ampersand (&) y un rulo con decoración floral.
Para la bienvenida de los invitados, un puesto de limonada y cerveza, que aunque anteriormente nos empapamos literalmente, cuando llegó todo el mundo lucía precioso y lleno de esas bebidas frías de las que todos dieron buena cuenta.
En la ceremonia, como os decía, era imprescindible que hubiera margaritas azules, así que margaritas azules pusimos en colgando de las sillas y en botellas suspendidas del travesaño de la iglesia. Y en las sillas de la ceremonia colgaban lazos de encaje colocados de manera tradicional y cojines blancos.
Para el seating plan hicimos un montaje con marcos de ventanas antiguas y tarjetones en papel kraft, velas en faroles, cajas de madera antiguas y, cómo no, nuestros toques de atrezzo.
También pusimos nuestra ya característica ventana antigua en el cóctel para que los invitados vean lo que van a degustar.
Y unos centros de mesa que quedaron realmente preciosos: una combinación de libros, vasitos bajos con paniculata y lisianthus, vasos con velas y espejos para indicar el numero de la mesa, una combinación como decía elegante a la vez que original.
Y bueno, aquí os dejamos la boda de Esther y Carlos para que nos digáis si os gusta tanto como a nosotras, y agradecerle a Tony Romero estas imágenes tan bonitas que nos ha cedido.
Fotografía: Tony Romero