Un recogido alto y en bucles puede resultar de lo más romántico, mientras que un maquillaje que destaque la mirada nos dará un aspecto más sofisticado. La otra opción se basa en cardados que nos otorguen mucho volumen y una estética muy elegante tal como el estilo de las bailarinas.
Las grandes faldas de tul serán una de las apuestas más seguras para encarnar esta estética, decantándose por blanco o negro según el look que pretendamos lograr.
La decoración de las mesas y las lámparas puede basarse en plumas, como si de un universo de cisnes se tratase, mientras que un tocador envejecido sería el punto perfecto para un ambiente mágico.
Si nos decantamos por ser la versión oscura, nuestro ramo puede llevar flores de colores intensos y oscuros y un estilo en cascada. Por el contrario, una estética clara requiere flores en tonos crema o pastel.
Fotos: Style Me Pretty
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