Los vestidos para invitadas del 2016, presentan a una mujer moderna e independiente. La influencia japonesa se ve transmitida por elegantes faldas lápiz y vestidos larguísimos y ajustados que recuerdan el clásico kimono japonés.
Las tonalidades pastel, tierra y blanco roto que impregnan la mayoría de piezas de la colección, contrastan con colores vibrantes como el amarillo limón, mandarina o púrpura y estampados florales que evocan las flores de cerezo o Sakura.
Detalles troquelados y jacquares, de acabados metalizados con efecto dorado, dan un toque de sofisticación y culto al diseño artesanal. Algunas de las piezas se rematan con cintas de cuero y seda, cordones de yute y satén trabajados con la técnica Kinbuku-bi.
Todos los zapatos y bolsos que han desfilado sobre la pasarela, han lucido diseños de la firma Menbur.
Ver video del desfile aquí Imágenes: © Sweet Bodas