Antes de hacer un maquillaje se debe tener el cuenta que el tono de nuestra piel es algo básico a tener en cuenta a la hora de maquillarnos. Por ejemplo, si tu piel es muy clara lo mejor es que utilices una base con matices beige que neutralicen las pequeñas rojeces que algunas veces aparecen. En cuestión de sombras, los colores pastel son los que mejor te sentarán y procura no usar un eye liner negro, dado que este endurecerá tu mirada. En su lugar usa uno gris o marrón. En los labios y en los pómulos, los rosas serán la nota clave.
Si tu piel es castaña te permitirá jugar con diferentes tonos, aunque los que mejor te sentarán serán los cálidos. Por ello aplícate una base acorde a tu tono de piel y maquilla tus ojos en tonos tierra, dorados o cobrizos. Los labios en tono caramelo, rosa palo o melocotón congeniarán a las mil maravillas con el resto de tu rostro y resalta tus mejillas de nuevo con todos dorados combinándolos con rosas.
Por último, si tu piel es oscura innova con colores intensos. Para ello utiliza una base ligera y resalta los ojos con azules, verdes, violetas o dorados. En los labios, los colores que mejor te sentarán serán los violetas, los rojos apagados y los beige. En las mejillas, usa colores que aporten luminosidad tu rostro, como los tonos naranja o ciruela. Y vosotras ¿qué tipo de piel tienes y como os maquillareis el día de vuestra boda?
Fotos de: metro.co.uk, goodhousekeeping.com, beautifulwithbrain.