El negro y el blanco tradicionalmente están mal vistos para las invitadas a las bodas: el primero porque se asocia a un funeral y el segundo, para no quitarle protagonismo a la novia. Si bien hay algo de razón en esto, no hay que ser demasiado estrictos: podemos elegir una prenda de alguno de esos colores, pero no ir entera de blanco o de negro. Los colores ácidos tampoco están bien vistos, mejor los neutros o tonos pastel.
Tampoco es conveniente enseñar de más, ir demasiado ajustada, llamativa o moderna. Lo mejor es un look sofisticado pero siendo fiel a una misma, ya que si nos vemos disfrazadas, los demás lo notarán, además de que estaremos incómodas durante toda la velada.
Lo más común y sencillo es elegir un vestido a la altura de la rodilla que no tenga demasiado escote y sea sencillo.
Pero también podemos llevar falda o pantalón, sólo tenemos que elegir prendas delicadas y combinarlas bien. Vaqueros prohibidos, por supuesto.
Dicen que en las bodas de mañana el largo ideal es justo por encima de la rodilla y conviene llevar pamela; para las de tarde, un poco por debajo de la rodilla y sencillez y para la noche se permiten tanto los cortos como los largos hasta el tobillo y algún tocado extravagante en el pelo. Esto no hace falta cumplirlo a rajatabla, pero es una buena orientación.
Si la boda es en otoño/invierno o en un lugar de bajas temperaturas, la cosa se complica, pues tenemos que llevar una chaqueta que combine y sea adecuada. Un blazer, un cárdigan elegante o un bolero son las mejores opciones.
También podemos optar por un vestido de manga larga y medias.
En cuanto a los complementos: tienen que combinar entre sí y con la ropa, pero no es necesario que sean del mismo color.
Los zapatos mejor con tacón, pero si no somos asiduas a las alturas, mejor no llevar demasiado, pues no aguantaremos toda la celebración con ellos y se nos verá cara de incómodas. Otra opción son las cuñas, más cómodas que los tacones.
Para guardar nuestras cosas, el bolso típico para una boda es el clutch (cartera rígida) o los bolsos pequeños de cadena tipo Chanel.
Accesorios como collares, pendientes, pulseras, diademas... están bien vistos, pero con moderación. Ahora se llevan mucho los accesorios vintage:
Todas las prendas y complementos son de Topshop.