El reportaje de bodas es uno de los recuerdos más especiales que guarda toda pareja. Por ello, es importante que pensemos tener unas hermosas fotos originales de boda y para conseguirlas tenemos que saber qué queremos y el estilo que nos gustaría seguir, pues un detalle no plasmado o una fotografía no retratada puede que nos haga arrepentirnos toda la vida. Por eso, vamos a ver algunas ideas para hacer un álbum muy original y sobre todo, muy especial.
La belleza de los pequeños detalles
El reportaje de bodas apenas recoge un instante, un día, del enorme recorrido que hemos seguido en toda la planificación. Por eso, una idea muy para fotos originales de boda son capturar todos aquellos momentos que hayan sido importantes en ese proceso: la elección del restaurante, la prueba del menú, la lista de invitados, las primeras pruebas del vestido.. Serán instantáneas que, pasados los años, os encantará rememorar.
Del mismo modo, durante la ceremonia, a cada detalle y a cada rincón le habréis dedicado un pequeño espacio de vuestro tiempo, por lo que también deberían estar reflejados en el reportaje, ¿no creéis?
Fuera las poses
En ocasiones, las fotos más hermosas son las que menos planificamos. Las poses estáticas y sumamente preparadas pueden resultar frías y distantes, sobre todo cuando la pareja lleva mucho rato posando. Por eso, captar los pequeños instantes, los momentos especiales, el beso con un amigo, una sonrisa a tus padres o un tierno momento entre los novios darán un toque dulce y especial a vuestro álbum de bodas.
Eso sí, si realmente queréis fotos espontáneas y divertidas, lo mejor es que dejéis pequeñas cámaras de usar y tirar entre los invitados. El resultado no tendrá precio.
Como si pasáramos por allí
Al igual que en el caso de las fotografías espontáneas, las imágenes desde fuera, desde la lejanía, puede dar el toque perfecto, como si se tratase de una escena que vemos por la calle y retratamos por su belleza o su ternura, como una postal que representa desde lejos un momento importante, como si la escena que estamos viendo nos obligara a fotografiarla..
El secreto está en la compañía
Si alguien hace especial el día de la boda es la gente que te rodea. Los momentos con tu familia o con tus amigos más cercanos son los que luego se recuerdan con más ilusión. Para que queremos un reportaje entero de fotos y poses nuestras cuando van a faltar los preciosos momentos que hemos vivido ese día con ellos: bromas entre amigos, confidencias entre amigas, el baile entre un padre y su hija..
Lugares inusuales, situaciones especiales
No hay nada más original que recurrir a lo extraño. Por eso, qué os parece acudir un día diferente a la boda, vestidos de nuevo con vuestros trajes, a realizaros curiosas fotografías en lugares inusuales, como una simple calle. Recrear momentos en los que pensarías ¿qué hacen ahí esa pareja de novios? Podréis además jugar con los contrastes y combinar la delicadeza y elegancia de una boda con elementos transgresores e informales. Jugando con los planos, las luces y sombras y el blanco y negro podréis recrear fantásticas postales.
Buscando lo vintage
Es cierto que puede que nuestra decoración o nuestro vestuario no sea del todo vintage, pero eso no significa que no podamos conseguir un reportaje con una inspiración bohemia y retro, solo hay que saber como conseguirlo. Por ejemplo, a veces el alma de una fotografía es el espacio en el que se realiza. Por eso, acudir a una vieja estación, posar frente un edificio antiguo, un viejo escaparate o una farmacia como las de antes puede darnos como resultado un escenario perfecto. Si, además, a eso le unimos tonos en blanco y negro o degradados en sepia, conseguiremos un auténtico viaje en el tiempo.