En segundo lugar debemos empezar a pensar en el presupuesto. Para ello buscaremos el fotógrafo, meditaremos sobre el número de invitados y empezaremos a invitarlos, por si no pueden asistir, poder invitar a otros.
Acto seguido, pensaremos en nuestro vestido y en el traje de nuestra pareja, degustaremos el menú y empezaremos a preparar nuestro viaje de luna de miel. También empieza a elegir tus damas de honor, testigos…
Cuando queden unos tres meses, debemos hacernos cargo de prácticamente lo más importante: preparar los papeles para el matrimonio (¡recuerda que sin ellos no habrá boda legal!). Las alianzas y encargar los detalles para los invitados también pueden hacerse por estas fechas.
Entre dos meses y un mes antes hemos de encargarnos de los detalles esenciales como son la música de la iglesia y el banquete, la decoración, hacer las pruebas de maquillaje, de peluquería y de vestuario, ensayar el baile nupcial… ¡Todo lo que se te pueda ocurrir!
Por último, pocos días antes de la boda lo único que debes hacer es llevar la lista definitiva de invitados al restaurante, empezar a preparar las maletas para la luna de miel y verificar que todo está en orden.
Si has seguido estos pasos, tu boda será un éxito seguro. Y recuerda, que es de bien nacido ser agradecido, asique cuando regreses de tu luna de miel, no olvides enviar una tarjeta de agradecimiento a todos aquellos que asistieron a tu boda o te ayudaron en ella.