Hoy en nuestro blog, vamos a analizarlo!
Bodas antiguas
Hace ya mucho tiempo, en nuestra isla y en prácticamente toda España las novias no lucían precisamente vestidos blancos tal y como estamos acostumbrados en la actualidad. Los tiempos no eran los de hoy y la economía por supuesto, era otra, en la que comprarse un vestido que solo ibas a lucir una sola vez, no era demasiado rentable. Por ello, lo mejor era elegir un vestido al que se pudiese sacar mas partido. Uno negro era la mejor opción, pues de algún modo, te asegurabas el traje de los domingos o para vestir de luto si fuese necesario.
Por suerte, en la actualidad esa tradición, o mejor dicho necesidad, ha cambiado. Hoy en día las novias tienen un abanico tan amplio de posibilidades…Blanco, crudo, largo, corto, de seda, de lino, palabra de honor…infinitas alternativas, pero gracias a exitosos diseñadores como Naeeem Khan, Matilde Cano o Jordi Dalmau se esta recuperando la tradición de vestirse de negro el día de la boda, aunque siguen siendo muy pocas las que se atreven con esa tonalidad. Y vosotras, ¿os atreveríais?
Antes
Ahora
En cuanto a las ceremonias, también han ido evolucionando. Normalmente se realizaban a las 7 de la mañana cualquier día de la semana, a excepción de los domingos, pues era día de misa. Eran a esa hora ya que durante la ceremonia debían tomar la eucaristía y ésta debía ser en ayunas, así que era mejor casarse pronto para poder desayunar después. Una vez finalizada la ceremonia, y ya convertidos en marido y mujer, y con dos testigos como únicos invitados, se iban a trabajar toda la jornada, pues aunque se hubiesen convertido en matrimonio, no podían desatender sus negocios o sus tierras.
¿Os imagináis casaros así? En Moments dedicamos prácticamente un año entero organizando una boda: eligiendo la fecha del enlace, las invitaciones, el menú, las flores, el catering, el fotografo…y resulta que nuestros antepasados se casaban de la noche a la mañana gastándose unas pocas pesetas. Por supuesto, nuestra función como wedding planners no existía y tardaríamos muchos años en conocer esa profesión.
Posteriormente, los enlaces matrimoniales fueron cobrando fuerza, y las ceremonias se iban convirtiendo poco a poco en un acto social, donde reunir a toda la familia y amigos mas allegados era toda una odisea. Después de la misa, y como sustitución del gran banquete al que estamos acostumbrados en la actualidad, se invitaba a los asistentes a la típica chocolatada con ensaimadas y cocas de cuarto en el bar del pueblo. Los más afortunados, contaban con tarta nupcial!
¿Y la luna de miel? ¿Que ha cambiado en ese magnifico viaje de novios que en la actualidad todas las parejas hacen después del enlace?
Es evidente, que si no había demasiado dinero para comprar un vestido blanco o para un gran banquete, los novios no podían pensar en viajar a Cancún, Tailandia o Maldivas, destinos por excelencia en la actualidad. Los mas afortunados como mucho, iban a la ciudad, como mis abuelos, para los que su gran aventura fue poder bajar de Soller a Palma en carro.
En definitiva, las actuales novias podemos sentirnos princesas por un día, pues está claro que nuestras abuelas o bisabuelas no gozaron de los privilegios de hoy en día. Las bodas eran muy diferentes en los tiempos en que las novias vestían de negro.
Las imágenes de este post, pertenecen a la colección privada de Joan Francesc Rullán (Sóller).