Vía Pronovias
1. Guardarlo para siempre
Lo que hacen las mayorías de las novias es guardar su vestido como oro en paño. El motivo principal es porque les trae lindos recuerdos y quieren tenerlo cerca. Incluso algunas, tienen la intención de que sus hijas y nietas lo hereden, pero siendo sinceras, las modas pasan y seguro que en un futuro querrán su propio vestido. Si tú también quieres guardarlo, no te olvides de los siguientes cuidados básicos:
- Son tejidos buenos y delicados, por eso lo primero es protegerlo con una bolsa y llevarlo al tinte. Aunque solo te lo hayas puesto un día, un vestido blanco de novia tendrá roces y los bajos hayan cogido un color sucio. Una limpieza a fondo y profesional es necesario, no lo queremos guardar con manchas.
- Cuando ya lo tengas limpio en casa, la mejor forma de conservarlo es una caja resistente de cartón. Si lo envuelves en papel de seda mucho mejor, porque así absorberá la humedad. No lo guardes en las perchas con bolsas que te dan cuando lo compras o en la tintorería. Si lo dejas colgado mucho tiempo, acaba deformándose.
2. Vender el vestido de novia
Si no te da ninguna pena deshacerte de él, piensa que puedes ganar dinero si lo vendes. Muchas novias piensan que es incluso más rentable que alquilar, pues encima han estrenado vestido. Con el dinero que ganes por su venta. simplemente podrías comprar algo a lo que le des más uso. Toma nota:
- Primero, al igual que si lo quieres guardar, debes llevarlo a la tintorería, porque hay que venderlo impoluto. si está sucio será casi improbable que alguien se interese por él.
- Explora distintos medios a través de los cuales puedes vender tu dinero. Depende del sitio puedes ganar más o menos dinero con él. Prueba con tiendas de segunda mano u otras especializadas en bodas.
- Por último, llévalo al sitio más rentable y a esperar que otra novia se enamore de él.
3. Dónalo a la gente necesitada
Si no le tienes tanto cariño y el dinero no te hace falta, piensa cuántas novias estarían deseosas de casarse con un vestido así y no pueden, porque no tienen recursos. Si conoces a alguien que se vaya a casar y crees que le podría valer, también puede ser una alternativa.
4. Realiza un inolvidable trash the dress
¿Qué esto? Pues una moda que ha llegado con fuerza que consiste en realizar un book fotográfico donde el vestido se mancha, se estropea y se ensucia sin ningún tipo de pena. Todo por conseguir un recuerdo inolvidable con las mejores fotos de la boda.
Se realiza unas semanas después de la celebración y puede ser la ocasión perfecta para hacerte todas esas fotos que no pudiste hacerte. Por ejemplo, si soñaste con una boda en la playa y no pudiste, aprovecha para hacerte una sesión de fotos única. ¡Mirá qué resultados!
5. Reutiliza el vestido para otras ocasiones
Un vestido blanco de novia no te lo vas a volver a poner nunca jamás. ¿Sabes lo que hacen muchas? Lo transforman, sí. Lo cortan, lo tiñen en otro color o cualquier tipo de arreglos para convertirlo en un vestido de cóctel ideal para ir de invitada a otra boda. Es una buena forma de sacarle partido.
También, hay muchas que aprovechan la tela del vestido para hacer unos cojines o pañuelos recordatorios, o incluso un cuadro. ¡Es otra forma de conservarlo, pero dándole otro uso renovado!
Vía Polyvore
Vía Polyvore y Pronovias
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