-taza
-rotulador especial para cerámica (yo lo compré en amazon)
-papel de calco y celo
Lo primero es limpiar bien con un poco de alcohol toda la superficie de la taza para asegurarnos que no queda polvo. Después coges el dibujo que quieres plasmar y lo pegas con celo en una hoja de calco que pegarás en la taza a la altura que quieras.
A continuación pasas con un lápiz por encima del dibujo y lo repasas entero para que se calque en la taza. Si te equivocas lo puedes limpiar con alcohol y vuelves a calcar. Retiras el papel y verás que el dibujo se queda perfectamente marcado en la taza.
Como se quedan manchas del papel de calco yo las limpié bien primero y después ya pasé a repasar el dibujo con el rotulador especial. Hay que presionar la punta sobre la superficie para que empieze a dibujar. Un consejo, cuando usamos el rotulador por primera vez hay que agitarlo para que empieze a pintar, hazlo en un sitio en el que se pueda manchar porque a mi me salpicó y me manché hasta la ropa! Si te equivocas repasando el dibujo con el rotulador lo puedes borrar con un poco de alcohol en un trozito de papel y vuelves a empezar.
Y así queda nuestro dibujo una vez repasado. A continuación hay que dejarlo secar unas 4 horas y después para que se fije el dibujo meterlo en el horno 30 min a 160 grados. Así puedes asegurarte de que si se moja o se mete en el lavavajillas no se irá el dibujo.
Tras hacer ese dibujo calcado me animé a hacer otro pero a mano alzada más sencillito y este es el resultado ¿os gusta?
Podéis hacer lo mismo con platos o tazas de café la verdad es que solo hay que echarle imaginación, mirad estas otras opciones que he encontrado.
No olvidéis compartir si os ha gustado, nos vemos en el próximo post, besazos!!
Fuente: este post proviene de Blog de ClosetdelaNovia, donde puedes consultar el contenido original.
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