Nosotras hemos elegido este delicado vestido de inspiración vintage de diseño de Mango con corte de bailarina, inspirado en los años 50. Su color nude, junto con la pedrería del cuerpo, lo convierten en un modelo perfecto para bodas de noche.
Para las ceremonias de entretiempo siempre es aconsejable para combinar nuestro vestido de inspiración vintage llevar una chaqueta que nos cubra los hombros y, en este caso, una prenda inspirada en la misma década que el vestido puede quedar muy bien, como la gris de We like fashion, o la chaqueta azul marino estilo tweed de Moschino.
Si es invierno y ya hace más frío, podemos optar por un modelo del mismo tono del vestido, como la torera repleta de flores en relieve de Givenchy. No obstante, si verdaderamente queremos ir abrigadas, una buena idea es decantarse por la tendencia de pelo y lucir un abrigo en tonos crema o marrones claro, como el de Style Bop.
En cuanto al calzado, lo más elegante son los stilettos, aunque, como siempre decimos, recordar que lo importante es estar cómodas. El azul marino con pedrería combina a la perfección, como el de Bloomingdales, y lo mismo ocurre con el nude, como los de Yves Saint Laurent. Un tono plateado también puede quedar muy acertado y el encaje en color rosa pálido será un comodín, ambos de Heels.
El bolso tipo clutch es lo ideal para un vestido largo. Uno vintage del mismo tono sería su compañero perfecto, como el de Chanel. No obstante, podemos optar por uno de pelo azul marino, como el de Topshop, uno plateado envejecido, como el de Winknyc, o uno marrón clarito, como el de Christian Louboutin.
¿Qué os parece?