Los años 50 supusieron una vorágine de cambios sociales y políticos que, por supuesto, también afectaron a la moda, y en especial, a los vestidos de novia. Fue la década en la que descubrimos a Marilyn Monroe, y en la que las curvas se convirtieron en objeto de deseo del público masculino gracias al cine.
Marilyn, inspiradora del 90-60-90
Unas curvas muy precisas, que en nada recuerdan al estereotipo de otras décadas: las famosas medidas que aún imperan en la actualidad, 90-60-90, eran la base de la perfección de cualquier mujer. Y Marilyn las tenía. Casualidad o no, surgieron multitud de firmas y diseñadores que hoy han servido para que tiendas como Fifties Wedding reinventen lo mejor de aquella época en forma de trajes de novia.Los vestidos de Lizzie Agnew, principal creadora de Fifties Wedding, se inspiran, directamente, en las fotos vintage de nuestras abuelas y bisabuelas,con un toque de glamour y de sentido de la moda de lo más actuales.
Paisajismo, costumbrismo y un estilo otras veces, muy urbano, presentan a una novia sofisticada y femenina, a la que le gustan los accesorios y los detalles tiernos como el encaje, el tul y la semi transparencia,sin rozar lo sensual.
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Una década femenina, por excelencia
El lazo está fielmente presente en muchos de sus diseños. Bien incorporado a la cintura, bien como detalle final de un vestido, que parece un regalo, más que un traje de ceremonia. Telas y acabados muy cuidados y elaborados minuciosamente, nos transportan a la época dorada de Hollywood, y nos hace sentir como verdaderas princesas o actrices de época.A pesar de que, después, han venido otras décadas llenas de inspiración para diseñadores, no hay duda de que los 50 fueron un antes y un después en el mundo de la moda. Un punto de partida que en los 60 se rompió por la época hippie, pero que ha regresado en la actualidad, gracias al vintage.
Agradecimientos: al blog Viste la calle, por la foto de portada, a Fifties Wedding y a la creadora Lizzie Agnew.