Cada vez es más habitual regalar a los recién casados dinero, bien para ayudarles con el convite o bien para su nueva casa, y aunque cada vez más novios se deciden a poner el numero de cuenta bancaria en la invitación, aun siguen llenándose de sobres vacíos la casa de los novios al día siguiente.
Aun recuerdo la montaña de papel para reciclar que hicimos el domingo después de nuestra boda, y lo curioso es que pocos sobres se salían de lo habitual, eran el típico sobre blanco pequeño, algunos en blanco y otros con los nombres de los invitados en cuestión, y de vez en cuando, pero muy de vez en cuando, alguna tarjeta simpática con palabras hacia los novios, que aun conservamos.
Pero, ¿porque no salirse de lo tradicional y dedicarle a los novios un pequeño ratito de nuestro tiempo en hacerle una tarjeta que puedan guardar de recuerdo y que les llame la atención? Hoy os traigo una idea muy sencilla para que no seáis unos sosos y vayáis más allá del tradicional sobre blanco.
Materiales
- Papel de scrapbooking
- Cuter
- Regla
- Pegamento
- Cuerda o lazo
Paso a paso
1. Cortamos el papel por la mitad en diagonal hasta obtener dos triángulos iguales, ¡solo necesitaremos una mitad!
2. Busca el centro en el lado mas largo del triangulo, usando como referencia el pico, y mides 5 cm a cada lado, será el centro de la tarjeta de 10 cm de ancho.
3. Corta el triangulo superior sobrante, y mides a cada lado tramos de 5 cm hasta el final del papel, obtendremos 3 partes y un pequeño pico.
4. Doblamos cada una de las lineas, cada linea en un sentido, como vemos en la siguiente imagen.
5. Tomamos los tramos de los extremos y los pegamos, quedando nuestra tarjeta como se ve en la imagen.
6. Es el turno de hacer el bolsillo donde pondremos el dinero. Para ello cortamos un trozo de cartulina, de otro color que resalte, a un tamaño de 10 x 10 cm. Marcamos por el interior, unas solapas a cada lado y en la parte inferior, para poder pegarla a la tarjeta. Lo ideal es que las solapas midan entre 1 y 1,5 cm. Doblamos y cortamos las esquinas inferiores. Ponemos pegamento en las solapas y lo pegamos en el centro de la tarjeta.
7. Ahora es el turno de inspirarse y dejarle algunas palabras a los recién casados. Para que nuestra tarjeta quede cerrada, podemos hacerle unos pequeños agujeros, con ayuda de una perforadora, en las solapas y anudarlo con un lazo o cuerda.
Yo usé esta tarjeta para entregarle a Alex el regalo de su ultimo cumpleaños, y en la última comunión a la que asistimos, y este fue el resultado.
¿Que os parece? ¿Os animáis a hacerlo para la próxima boda a la que asistáis como invitados?
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