Creo que alguna vez te he contado que este blog se nutre de lo que oigo en mi trabajo, en mi día a día, en el súper y, en gran medida, de charlas ante un café con novias y amigas. Hace muy poco he tenido la gran suerte de poder compartir los preparativos de #labodadeAyS con Ana.
Le conté que estoy disfrutando muchísimo de los preparativos de la boda (a pesar de no tener mucho tiempo ni mucho dinero, como me dijeron una vez) y que tengo un diario de novia en el que voy apuntando lo que voy haciendo de la boda, las ideas que se me ocurren, pongo fotos en las páginas… Quiero tener el recuerdo de este año y algo que llevamos preparándola para poder echarle un vistazo más adelante y recordar estos momentos tan felices y que nuestra boda no dura un día: dura todo el tiempo que invertimos en ella. Nuestra boda se compone de ilusión, de ganas, de felicidad, de alegría y de compartir todo esto con nuestras personas favoritas, que para eso tienen un lugar de honor en nuestras vidas.
Ana lo ve como yo y, en su momento, lo vivió igual que yo. Por eso nos da mucha pena las parejas para las que la boda es un foco de problemas, de discusiones… Es un proyecto nuevo y como tal hay que tomarlo. No se puede estar de acuerdo en todo (si eres de esas afortunadas, que sepas que me das mucha envidia!) lo bonito es trabajar en equipo y ser capaces de gestionar los desacuerdos de la mejor forma posible. Haz de vuestra boda un proyecto común en el que trabajar codo con codo. Y guarda los mejores recuerdos para el futuro! No creo que “cualquier tiempo pasado fue mejor”, os espera mucha felicidad en el camino, pero siempre gusta volver un ratito a ese momento especial del pasado.
Espero que este post te anime y te ayude, pero para cualquier cosa, estoy a un email de distancia.
Arancha